SANTO DOMINGO.- Punta Catalina es como un Maserati, un carro muy caro que camina, pero le hace falta una goma de repuesto, el vidrio de atrás no abre y la puerta de la derecha hay que agarrarla porque si no se abre sola, así comparó Celso Marranzani a la planta generadora que supervisa, al explicar que cosas que permiten su funcionamiento no fueron construidas por la empresa italiana Tecnimont.
“Hay una serie de elementos que no se terminaron por dos razones, primero había una prisa enorme por inaugurar esa planta…, había una necesidad por la campaña, pero también había una necesidad de generación. Y por otro lado, se fueron reduciendo aspectos fundamentales porque ya había llegado el valor de la planta a estos 2,453 millones, que fue fruto de un cuerdo con el consorcio”, dijo Marranzini en El Despertador al referirse a las causas de que Punta Catalina no esté completa.
De acuerdo con el coordinador de Punta Catalina, la planta tiene todavía «puntos pendientes», dentro de los cuales mencionó algunas obras, como un laboratorio y un taller, que no se terminaron, razón por la que aún la planta no se ha recibido, subrayó.
Al ser cuestionado sobre la posibilidad de conflicto en la gestión compartida con Tecnimont, Marranzini aseguró que «no se puede hablar de conflicto» y se refirió a la relación como un «matrimonio», en el cual los técnicos dominicanos necesitan de los de la empresa italiana y entre todos resuelven los problemas que afectan el funcionamiento de la CTPC.
“Sí, todavía nosotros no podemos recibir las plantas, eso no quiere decir que nosotros tenemos un pleito todos los días con Tecnimont, sino que vienen los técnicos de Tecnimont se sientan con los nuestros y se van resolviendo los problemas”, explicó.
Para afirmar esta posición, el empresario indicó que la compañía se hizo responsable del pago a General Electric en la solución de un desplazamiento del eje en una turbina de la planta número 1, que Tecnimont «reconoció que fue un error en la instalación».
Marranzini al referirse a una posible sobreevaluación en la construcción de la Termoeléctrica, dijo que eso no le tocaba a él determinarlo, pero indicó que lo que le toca es «que el consorcio termine, el consorcio no, Tecnimont», «con quien nosotros tenemos las mejores de las relaciones”, señaló.
Celso Marranzini dijo que de haber errores, todo está contemplado en los acuerdos con la empresa italiana, pero el coordinador del CTPC dijo que hay que trabajar hacia recibir la planta y de que se terminen los aspectos pendientes, por lo que defiende que haya «buena voluntad de las dos partes».
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