Moscú.- El presidente ruso, Vladímir Putin, aseguró hoy que el avión en el que se estrelló en agosto el jefe del Grupo Wagner, Yevgueni Prigozhin, no fue derribado, desveló que en su interior se hallaron restos de granadas en los cuerpos de los ocupantes y sugirió que fueron ellos mismos los causantes de la tragedia.
«En los cuerpos de los muertos en la catástrofe aérea se encontraron fragmentos de granadas de mano. No hubo factores externos, eso es un hecho ya confirmado, resultado de los análisis realizados por el Comité de Instrucción de Rusia», dijo Putin durante su intervención en el Club de Debate Valdái que se celebra en el balneario de Sochi (mar Negro).
Putin, que ha sido acusado por miembros de Wagner, la oposición y políticos occidentales de ser el responsable del siniestro, lamentó que los especialistas no hubiera realizado exámenes médicos en busca de alcohol y drogas «en la sangre de los fallecidos».
«Aunque sabemos que después del suceso en la compañía (de Prigozhin) en San Petersburgo el Servicio Federal de Seguridad encontró no sólo 10,000 millones de rublos (100 millones de dólares) en efectivo, sino también 5 kilogramos de cocaína», afirmó.
De esta forma, el jefe del Kremlin sugirió que fueron los mismos ocupantes del avión los causantes de la tragedia ocurrida el pasado 23 de agosto.
A su vez, destacó que varios miles de antiguos wagneritas han firmado ya contratos con las Fuerzas Armadas, algo a lo que siempre se había negado Prigozhin.
«Quieren; y si quieren significa que tomarán parte en acciones militares», dijo, y añadió que en Rusia por ley no existen las compañías militares privadas y que ese nombre se lo puso la prensa a Wagner, que recibía financiación estatal.
De hecho, recientemente Putin se reunió en el Kremlin con el excomandante de Wagner Andréi Troshev, con el que abordó la creación de «unidades de voluntarios» en el Ministerio de Defensa.
Al día siguiente del siniestro, Putin calificó el suceso de «catástrofe aérea», aludió a los «errores» cometidos por Prigozhin, en alusión a la fallida rebelión armada que protagonizó dos meses antes, y prometió que la investigación llegaría «hasta el final» para esclarecer lo ocurrido.
El portavoz presidencial, Dmitri Peskov, quien descartó la posibilidad de la participación de instituciones internacionales en la investigación, ha negado categóricamente que el jefe del Kremlin diera la orden de liquidar al líder del Grupo Wagner, cuyas funciones serían ahora ejercidas por otras compañías privadas adscritas al Ministerio de Defensa y por la Guardia Nacional.
Según la prensa rusa, el Comité Interestatal de Aviación, entidad con sede en Moscú que investiga incidentes y accidentes en la postsoviética Comunidad de Estados Independientes (CEI), no investigará este suceso acorde a las normas internacionales.
El Centro de Investigación y Prevención de Accidentes Aeronáuticos de Brasil (Cenipa) y la Empresa Brasileira de Aeronáutica (EMBRAER), fabricante de la aeronave siniestrada aeronave, expresaron su disposición a participar en la investigación del siniestro.
El avión Embraer en el que viajaba Prigozhin junto a otros nueve ocupantes, algunos altos mandos del grupo de mercenarios rusos Wagner, se estrelló el 23 de agosto en la región de Tver mientras se dirigía de Moscú a San Petersburgo.
A mediados de septiembre, el Gobierno ruso destituyó al jefe de la agencia de aviación civil (Rosaviatsia), Alexandr Neradko, cuya estructura confirmó la tragedia del avión privado Embraer de Prigozhin.
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