Redacción.- Un hallazgo sin precedentes ha sorprendido a la comunidad científica: por primera vez, el pez diablo negro (Melanocetus johnsonii), una especie de las profundidades marinas, ha sido avistado con vida en aguas superficiales cerca de Tenerife.
El descubrimiento tuvo lugar a dos kilómetros de la costa de Guía de Isora y fue registrado en video por la ONG Condrik Tenerife, especializada en la conservación de tiburones y rayas en las Islas Canarias. Hasta ahora, esta especie solo se había encontrado muerta o en estado larval a poca profundidad, lo que convierte este avistamiento en un hecho inédito para la biología marina.
El pez diablo negro, también conocido como rape abisal, es un depredador que habita entre los 200 y 2,000 metros de profundidad, en la total oscuridad del fondo oceánico. Su apariencia es inconfundible: cuerpo oscuro y gelatinoso, una dentadura afilada y un apéndice bioluminiscente en su cabeza que le permite atraer a sus presas.
Según la bióloga marina Laia Valor, este ejemplar fue encontrado dañado y solo sobrevivió unas pocas horas. Aún no se ha determinado con certeza por qué ascendió a la superficie, pero los expertos barajan varias hipótesis, entre ellas que estuviera huyendo de un depredador, que fuera arrastrado por corrientes marinas o que sufriera alguna enfermedad.
Este descubrimiento podría marcar un punto de inflexión en el estudio de esta enigmática especie, cuyo comportamiento sigue siendo un misterio para la ciencia debido a la dificultad de acceso a su hábitat natural. Además, el avistamiento refuerza el papel de las Islas Canarias como un punto clave para la investigación marina, en un contexto donde los cambios en los ecosistemas oceánicos podrían estar afectando a especies de aguas profundas.
Los investigadores seguirán analizando este hallazgo para comprender mejor la biología y adaptación del pez diablo negro, así como su posible relación con alteraciones en el entorno marino.
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