REDACCIÓN.- El presidente de Corea del Sur, Yoon Suk Yeol, declaró la ley marcial el martes en un polémico discurso televisado, en el que acusó a la principal oposición del país de simpatizar con Corea del Norte y otras «actividades antiestatales». La medida ha generado preocupación internacional debido a sus implicaciones en la democracia y los derechos civiles.
El ministro de Defensa Nacional de Corea del Sur, Kim Yong-hyun, ha anunciado que asume la responsabilidad de la reciente declaración de la ley marcial en el país y presentará su dimisión.
El Partido del Poder Popular de Corea del Sur, agrupación a la que pertenece el jefe de Estado, ha decidido oponerse al proyecto de juicio político contra el presidente de la nación, Yoon Suk-yeol, presentado horas antes por seis partidos de la oposición, y cuya votación se llevará a cabo en los próximos días, recoge Yonhap.
«Protegeré a la República de Corea de las fuerzas comunistas norcoreanas y reconstruiré nuestra nación desde la ruina», afirmó Yoon durante su intervención. El presidente también indicó que, bajo la ley marcial, todas las actividades de medios de comunicación y publicaciones estarán sujetas a un estricto control gubernamental.
Corea del Sur, un aliado clave de Estados Unidos y socio comercial estratégico, enfrenta un clima de tensión política tras estas acusaciones, que van dirigidas principalmente a los líderes de la oposición. Analistas internacionales han señalado que esta declaración podría polarizar aún más la política interna del país y erosionar las instituciones democráticas que han caracterizado a la nación en las últimas décadas.
La ley marcial es una medida que permite a las fuerzas militares asumir el control del gobierno en situaciones de emergencia, como guerras, desastres naturales o disturbios civiles. Aunque en teoría es temporal, históricamente ha demostrado extenderse más allá de su razón original.
En el caso de Estados Unidos, la ley marcial ha sido declarada al menos 68 veces, según un análisis de USA Today, en contextos como la Guerra de 1812, el Gran Incendio de Chicago en 1871, el terremoto de San Francisco en 1906 y disturbios raciales en Alabama en 1961.
La decisión de Yoon ha generado respuestas mixtas en la comunidad internacional. Mientras algunos ven la medida como un intento por preservar la seguridad nacional, otros temen que pueda usarse para reprimir libertades civiles y consolidar un poder autoritario.
Con la ley marcial en vigor, observadores están atentos a posibles impactos en las relaciones bilaterales de Corea del Sur, especialmente con aliados como Estados Unidos, que históricamente ha promovido la estabilidad democrática en la región.
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