REDACCIÓN.- El exvicepresidente ecuatoriano fue condenado a prisión por soborno en dos casos distintos. Había huido a la embajada de México en Quito tras enfrentarse a más cargos de malversación de fondos.
México ha roto sus relaciones diplomáticas con Ecuador después de que agentes de la policía ecuatoriana detuvieran el viernes a Jorge Glas, un político ecuatoriano que se había refugiado en la embajada de México en Quito.
La detención, que México calificó de “violación” de su soberanía, fue la culminación de días de crecientes tensiones entre los dos países latinoamericanos. Ecuador considera a Glas un fugitivo y dijo que su fuerza policial estaba actuando en virtud de una orden de detención contra él.
Glas desempeñó varias funciones ministeriales durante el largo gobierno de izquierda del expresidente ecuatoriano Rafael Correa. El cargo más destacado de Glas fue el de vicepresidente de Correa, el cual ocupó de 2013 a 2017.
Su mandato como vicepresidente en el gobierno posterior, encabezado por Lenín Moreno, duró solo unos meses. En 2017, fue obligado a abandonar el cargo y condenado a seis años de prisión tras ser declarado culpable de recibir más de 13,5 millones de dólares en sobornos.
Los sobornos habían implicado a Odebrecht, un gigante internacional de la construcción que admitió haber pagado sobornos en más de una decena de países. El escándalo de corrupción involucró a funcionarios y exfuncionarios de gobiernos de América Latina y ha sacudido a su clase política.
Se vio envuelto en otras acusaciones de soborno
En 2020, en otro caso de soborno, Glas fue declarado culpable de aceptar dinero a cambio de la adjudicación de contratos públicos entre 2012 y 2016.
El caso fue seguido de cerca, no solo por la implicación de Glas: entre los que al final fueron condenados por aceptar unos 8 millones de dólares en sobornos se encontraba Correa, el magnético pero divisivo expresidente del país. Tanto Correa como Glas fueron condenados a ocho años de prisión, una condena que Correa ha afirmado que tuvo motivaciones políticas.
Glas fue puesto en libertad anticipada en noviembre de 2022, después de que sus abogados argumentaran que su seguridad tras las rejas no estaba garantizada. Ante las nuevas acusaciones de la fiscalía ecuatoriana por presunta malversación de fondos públicos, Glas solicitó asilo a México en diciembre. Durante meses, había permanecido dentro de la embajada mexicana en Quito.
El viernes, tras días de tensiones crecientes entre funcionarios mexicanos y ecuatorianos, México concedió asilo político a Glas.
Su detención en la embajada mexicana causó la ruptura de las relaciones diplomáticas con Ecuador
El estatus de asilo del exvicepresidente ha sido durante meses un creciente punto de discordia entre las dos naciones. El Ministerio de Relaciones Exteriores de Ecuador declaró en marzo que había solicitado permiso a México para detener a Glas.
En los días previos a la detención de Glas, la relación entre los dos países se tensó aún más luego de que el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, pareciera cuestionar la legitimidad de las más recientes elecciones presidenciales de Ecuador y comentara públicamente sobre el asesinato el año pasado de un candidato ecuatoriano a la presidencia.
El jueves, Ecuador criticó a López Obrador por hacer comentarios sobre el asesinato y declaró a la embajadora mexicana “persona non grata”. En respuesta, México declaró que había dado instrucciones a su embajadora para que regresara a México. En el mismo comunicado, México dijo que concedería asilo político a Glas y condenó el aumento de la presencia de autoridades ecuatorianas cerca de la embajada.
