REDACCIÓN INTERNACIONAL.- Ana Julia Quezada, la mujer dominicana de 43 años acusada de asesinato, detención ilegal y un delito contra la integridad moral por la muerte del niño de ocho años Gabriel Cruz, espera a ser juzgada en una cárcel española con estrictas medidas de seguridad para evitar que se pueda suicidar: se le ha asignado una «presa sombra».
Una de las medidas que decidieron imponer a Quezada los responsables de la prisión de El Acebuche, en Almería, fue asignarle una interna de apoyo de nacionalidad argentina, conocida popularmente como «presa sombra», que la acompañe y controle las 24 horas del día como parte de un protocolo antisuicidios, según ha informado el diario ‘El Español’.
Esta mujer argentina, de 46 años, se ha presentado de manera voluntaria, lo que le repercutirá en beneficios penitenciarios, y que cumple condena desde hace más de diez años por matar a su marido.
Las dos mujeres pasan el día juntas en una celda individual que comparten en el la cárcel, donde residen unas 60 detenidas. Quezada dispone de tres horas al día en las que puede salir al patio, de 13.30 a 16.30 (hora local), en un horario que no coincide con el resto de las reclusas. Si quiere salir, tiene que hacerlo con su «presa sombra» argentina.
Del mismo modo, la confesa asesina tampoco coincide con las otras detenidas en el horario de comida.
En su celda, la dominicana tiene televisor y puede fumar. Su abogado, Esteban Hernández, ha señalado en el programa Espejo Público de Antena 3, que tenía temor antes de ser trasladada a la cárcel porque «estaba preocupada de encontrarse con otras internas», pero que ahora está mejor: «Está menos angustiada que cuando estaba en dependencias policiales, más tranquila y serena».
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