SANTO DOMINGO.-Las rabietas son episodios de conducta explosiva, como llantos, gritos o acciones agresivas, que generalmente se desencadenan cuando el niño no logra expresar o satisfacer una necesidad o deseo.
La experta Maciel del Rosario del Centro Conecta explicó que las rabietas son un «estado de frustración que puede pasar a cualquier persona, no solamente a los niños». Estas surgen cuando los pequeños no logran satisfacer un deseo o necesidad. Además, pueden estar vinculadas a diferentes funciones, como buscar atención o acceso a algo específico.
«Lo primero que tenemos que tomar en cuenta, por supuesto, son las emociones», señaló Maciel, quien destacó la importancia de validar los sentimientos del niño para comprender lo que está ocurriendo y actuar en consecuencia.
La prevención juega un papel crucial en el manejo de este comportamiento. Según Maciel, es fundamental que los cuidadores conozcan bien a los niños y anticipen situaciones que puedan desencadenar conductas problemáticas. «Debo verificar qué es lo que está sucediendo, explicar claramente cuáles son las normas y reglas, y establecer límites claros», indicó.
Entre las estrategias sugeridas para prevenir rabietas están:
Maciel enfatizó que la intervención durante una rabieta debe ser respetuosa y efectiva:
La experta también subrayó que el castigo físico debe ser el último recurso: «En primer lugar, no es que los padres estén equivocados, vamos a decir que hay oportunidades de mejora para conocer mejores estrategias».
Una vez que el niño se ha calmado, Maciel recomienda aprovechar el momento para dialogar y enseñar. «Le explico por qué no está disponible [lo que pidió] y le presento opciones». Este enfoque no solo ayuda a resolver la situación inmediata, sino que también educa al niño para que aprenda a manejar sus emociones de manera constructiva.
La experta enfatizó que la crianza respetuosa no significa permisividad, sino establecer límites claros con empatía y comunicación. «Recordemos que accionamos conforme a la experiencia que ya hemos vivido. Así que como hoy me criaron, yo también crío, pero siempre hay oportunidades para saber buenas estrategias».
Criar a un niño es un reto, pero con herramientas adecuadas y apoyo profesional, los cuidadores pueden convertir momentos difíciles en oportunidades de aprendizaje y crecimiento emocional.
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