REDACCIÓN INTERNACIONAL.- Nuevas pruebas forenses sobre el “asesinato perfecto” de un rapero ruso arrojaron que el hombre aún respiraba cuando fue desmembrado supuestamente por su esposa a mediados del 2020 en San Petersburgo, han afirmado medios locales.
La evidencia parece mostrar que Andy Cartwright, de 30 años, aún estaba vivo cuando “su esposa comenzó a desmembrarlo”, después de haber estado privado de oxígeno.
Los investigadores sugieren que el crimen “ocurrió poco tiempo – unos minutos, decenas de minutos – antes de la muerte”.
La esposa de la víctima y principal sospechosa, Marina Kokhal, de 37 años, admitió haber cortado el cuerpo y haber guardado algunas partes en el refrigerador, pero insiste en que murió de una sobredosis de drogas.
La mujer afirma haber llevado a cabo la “difícil tarea” de evitar que sus fans se enteraran de que había tenido una muerte tan “ignominiosa”. En cambio, había planeado decirles que había desaparecido.
Por su parte, la policía rusa no había encontrado pruebas suficientes para culpar a Kokhal del asesinato de su marido o de que lo hubieran matado a propósito, sin embargo, sigue siendo la única sospechosa, a pesar de haber sido liberada de la cárcel en octubre.
La víctima supuestamente habría estado teniendo una aventura adúltera con una fan de 26 años, Nadia Romanenko, hasta su muerte, quien ha dicho: “nuestras relaciones sexuales tuvieron lugar en mi apartamento”, “alquilé especialmente un piso cerca de su bloque de apartamentos”.
“Nos veíamos todos los días y Kokhal no sabía nada”, agregó la joven.
Ahora, la nueva evidencia forense, que utilizó en parte las pruebas realizadas en sus ojos, ha encontrado que murió por falta de oxígeno y que aún respiraba después que comenzaran a cortarlo, dijo gazeta.ru, que ha estado en contacto con fuentes legales.
Algunos informes han indicado que su muerte pudo haber demorado varias horas.
Se cree que muchos de los órganos de Cartwright fueron eliminados por Kokhal, y los expertos forenses dijeron que faltaban ocho órganos clave o que habían sido pasados por una lavadora.
El periódico ruso Komsomolskaya Pravda informó que “no se había encontrado ni una gota de sangre” en los órganos restantes.
La defensa de Marina Kokhal afirmó que el interrogatorio al que fue sometida equivalía a una coacción ilegal para testificar mediante el uso de amenazas que supuestamente incluían burlas de que los investigadores encontrarían un «buen orfanato» para el hijo pequeño de ambos cuando fuera encarcelada.
Está previsto que se organice un nuevo juicio para finales de este mes con Kokhal bajo arresto domiciliario mientras se llevan a cabo más investigaciones.
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