Reapertura del Hospital General de Puerto Príncipe genera esperanza en medio de violencia

La reapertura del Hospital General era un intento de devolver algo de esperanza a una población exhausta por la violencia y el caos. Sin embargo, el ataque dejó en evidencia que, en Haití, ni siquiera los gestos de reconstrucción están a salvo de la tragedia.

REDACCIÓN.- El martes 24 de diciembre, lo que se planeaba como una ceremonia para celebrar la reapertura del Hospital General de Puerto Príncipe, vandalizado a principios de 2024, se transformó en una escena de horror cuando pandilleros armados abrieron fuego contra los asistentes. El ataque dejó al menos tres muertos y nueve heridos.

La mañana del 24 de diciembre inició con cierta expectación en el centro de Puerto Príncipe. El Ministerio de Salud había anunciado con entusiasmo la reapertura del Hospital General, un símbolo vital para la golpeada infraestructura sanitaria de Haití. Médicos, personal hospitalario, pacientes y periodistas comenzaron a congregarse desde temprano en el recinto, de acuerdo con el diario Le Nouvelliste.

“Había médicos, empleados, pacientes y periodistas cubriendo el evento. Todo estaba listo para la ceremonia”, relató el Dr. Grégory Élysé, un médico residente que se encontraba en el lugar.

Cerca de las 9:00 a.m., los últimos detalles estaban en marcha, y el convoy oficial del ministro de Salud, Dr. Duckenson Lorthe Blema, avanzaba hacia el hospital desde Bois-Verna. Pero la calma no duró mucho.

A las 11:22 a.m., el ambiente cambió drásticamente. Desde las instalaciones vecinas del hospital, controladas por pandilleros del grupo liderado por Izo 5 Segonn, comenzaron a escucharse disparos. Los atacantes abrieron fuego indiscriminadamente contra los presentes en la entrada del hospital militar, una extensión del Hospital General.

“Vi un cadáver y seis periodistas heridos, dos con impactos en el rostro y otro en el abdomen. Un policía murió y otro resultó herido. El pánico era indescriptible”, contó Jean Junior Joseph, periodista presente en el lugar a Le Nouvelliste.

La escena era caótica. Según testigos, algunos intentaban huir mientras los pandilleros seguían disparando. Las imágenes de un dron operado por los atacantes mostraban personas arrastrándose para escapar.

El ataque dejó un saldo de tres muertos: dos periodistas y un policía. Nueve personas resultaron heridas, siete de ellas periodistas, varios en estado crítico. Entre las víctimas fatales estaba un policía cuya imagen siendo evacuado por sus compañeros conmocionó las redes sociales.

El Dr. Élysé recordó cómo, alrededor de las 13:00 horas, comenzó la evacuación de heridos bajo la supervisión del ministro de Salud y el nuevo director del hospital, Dr. Prince Pierre Sonson. Para entonces, el lugar que debía ser un símbolo de resiliencia se había convertido en un recordatorio de la inseguridad extrema que asola a Haití.

Una capital sitiada

El ataque no fue un hecho aislado. Desde febrero de 2024, casi todo el centro de Puerto Príncipe está bajo control de pandillas, dejando únicamente el Palacio Nacional, la sede del Banco Central y el puerto como áreas bajo protección estatal, aunque constantemente asediadas.

La reapertura del Hospital General era un intento de devolver algo de esperanza a una población exhausta por la violencia y el caos. Sin embargo, el ataque dejó en evidencia que, en Haití, ni siquiera los gestos de reconstrucción están a salvo de la tragedia.