Puerto Príncipe.- Iglesias haitianas realizaron este domingo un acto para recaudar fondos para terminar la construcción de un canal que busca desviar agua del río Masacre, frontera natural entre este país y la República Dominicana, cuyo Gobierno lo califica de ilegal y ha adoptado una serie de medidas en señal de protesta.
La construcción del canal «es una señal de que un nuevo Haití es posible», declaró el pastor Jean Baptiste Jean-Claude, parte de la organización de la actividad, que también incluyó conferencias sobre este tema, que mantiene enfrentado a ambos países, que han denunciado el tema a la Organización de Estados Americanos (OEA).
«Frente a los problemas y diferencias entre nosotros, hemos sido capaces de encontrar algo que nos une años después de nuestra independencia en 1804», declaró el religioso en la actividad, que iba a estar acompañada de una manifestación que finalmente no se realizó.
En Haití, sumido en una grave crisis prácticamente en todos órdenes, «nadie» está en contra de la construcción del canal, que es una idea «positiva», añadió Jean-Claude.
«Somos personas religiosas, pero al mismo tiempo ciudadanos preocupados por lo que ocurre en el país. Somos víctimas. Si se hace algo positivo, tenemos que aliarnos con ello», subrayó en el acto, uno de los más grandes convocados en la capital para apoyar la construcción de la obra.
Para este pastor, la construcción del canal «simboliza la esperanza, el cambio y una nueva vida para Haití», al tiempo que subrayó, que » depender del país vecino es triste«.
«Vale la pena plantearse la autosuficiencia», prosiguió Jean-Claude, quien precisó que los fondos recaudados, un monto que no ha sido revelado, se destinarán a la comisión que gestiona la obra en la localidad de Ouanaminthe, fronteriza con la provincia dominicana de Dajabón.
«Nos gustaría recaudar millones. De este modo, espero que el pueblo haitiano colabore para apoyar al nordeste», expresó.
La República Dominicana, que insiste en que la obra se construye sin criterios técnicos, ha exigido a Haití paralizarla, pero las autoridades de la vecina nación han reiterado que continuarán, tras argumentar que servirá para dotar de agua a zonas agrícolas.
En represalia, el Gobierno dominicano dispuso el pasado 15 de septiembre el cierre total de sus fronteras con Haití, una medida que flexibilizó la semana pasada especialmente para el comercio, pero Haití ha decidido mantener clausurada su frontera, imposibilitando la entrada a territorio dominicano de sus ciudadanos y la celebración del tradicional mercado binacional de Dajabón.
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