San Juan.- El Ministerio de Seguridad Nacional de Trinidad y Tobago informó este sábado que completó un proceso de repatriación de 38 migrantes venezolanos que habían intentado entrar ilegalmente al país.
Se trata del segundo proceso de estas características después de la repatriación el viernes de 35 de los 39 venezolanos que fueron detenidos el pasado 6 de febrero tras un tiroteo en el que los guardacostas trinitenses acabaron con la vida de un bebé.
Según el comunicado del Ministerio de Seguridad Nacional, la repatriación se llevó a cabo de conformidad con los protocolos establecidos, entre la Guardia Costera de Trinidad y Tobago y sus homólogos venezolanos.
Todas las personas fueron examinadas por las autoridades competentes de Trinidad y Tobago, así como por representantes de la Embajada de Venezuela en el país.
«Esto fue para asegurar, entre otras cosas, que no hubiera víctimas de trata de personas entre ellos», precisó el Ministerio de Seguridad Nacional.
La Guardia Costera trinitense se encuentra en el punto de mira desde el pasado fin de semana, cuando abrió fuego contra la mencionada embarcación de migrantes venezolanos matando a un bebé.
Los guardacostas han justificado que dispararon en un intento de detener a los migrantes y en «defensa propia», alegando que habían intentado «embestirlos».
La familia del bebé, cuya madre sigue hospitalizada, ha solicitado permisos para permanecer en Trinidad y Tobago y lograr así la reunificación, en vez de ser deportados.
La ruta migratoria hacia las diferentes islas del Caribe, la menos utilizada por los 6 millones de venezolanos que han salido del país según la ONU como consecuencia de la crisis, saltó a la palestra tras el naufragio hace un año de una embarcación en la que viajaban 41 venezolanos hacia Trinidad y Tobago.
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