SANTO DOMINGO.- Tras el fuerte tiroteo este miércoles entre agentes de la Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD) y residentes en la calle 42 de Capotillo, la barriada vuelve a la normalidad pero el pánico se mantiene.
Los moradores todavía tienen en sus memorias los tiros que se dispararon. Se quejan de que las autoridades penetran a la zona de manera abrupta.
Dicen que esa balacera pudo haber provocado la muerte de algún niño, porque en ese momento varios estudiantes salían de la escuela.
No se oponen a los operativos de la Policía Nacional (PN), la DNCD u otra autoridad, pero no de la forma que este miércoles lo hicieron las autoridades.
En horas de la tarde de este jueves no se presenció a agentes policiales, ni de la DNCD en la zona.
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