REDACCIÓN.- China, el mayor importador de petróleo del mundo y hogar de más de 415 millones de automóviles, está marcando un cambio radical en el mercado energético global. Según un informe publicado por ElEconomista.es, el gigante asiático alcanzará su pico de consumo de petróleo en 2025, cinco años antes de lo previsto, impulsado por su acelerada electrificación y políticas medioambientales.
El informe, basado en datos de la estatal China National Petroleum Corporation (CNPC), prevé que la demanda de petróleo llegará a 770 millones de toneladas en 2025 para luego disminuir gradualmente hasta 240 millones de toneladas en 2060. Este cambio, catalizado por la adopción masiva de vehículos eléctricos y el uso de gas natural en el transporte, ya ha provocado que la demanda de diésel y gasolina alcanzara su pico en 2019 y 2023, respectivamente.
Durante décadas, China ha sido el principal motor de la demanda mundial de petróleo, manteniendo altos los precios del crudo incluso en épocas de crisis. Ahora, su transición energética podría redefinir el equilibrio energético internacional, afectando especialmente a los países exportadores de petróleo.
Kang Wu, director de investigación de demanda de petróleo en S&P Global Commodity Insights, destaca que China es “el único país en desarrollo importante donde la demanda de gasolina y diésel ya se está estancando”. Esto contrasta con otros países en desarrollo, donde el consumo de petróleo sigue creciendo.
El auge de las energías renovables y la electrificación de su economía están impulsando este cambio. Según CNPC, la electricidad representará el 63% del mix energético chino para 2060, mientras que la producción de gas natural alcanzará su máximo en 2035 antes de disminuir.
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