Riccardo Muti, el director de orquesta fiel a las partituras

Riccardo Muti

Madrid.- Riccardo Muti, director de orquesta napolitano cuyo trabajo se caracteriza por el respeto a las partituras originales, como sus versiones de las óperas de Verdi, fue galardonado hoy con el Premio Príncipe de Asturias de las Artes.

En su trayectoria destacan la fidelidad de sus versiones de «La Traviata», «Otello» o «Rigoletto», así como la del «Requiem» con Luciano Pavarotti y la grabación de «Aída» con Montserrat Caballé y Plácido Domingo, todas ellas de Giuseppe Verdi.

A lo largo de su carrera ha estado al frente de las más prestigiosas orquestas del mundo, entre ellas la Orchestra Filarmónica della Scala de Milán durante casi veinte años (1986-2005), las Filarmónicas de Berlín, Nueva York y Londres, la Orquesta Nacional de Francia y los Wiener Philharmoniker, a quienes dirige en el Festival de Salzburgo desde 1971.

Nacido el 28 de julio de 1941 en Nápoles (Italia), Muti es continuador del músico Arturo Toscanini y se convirtió en uno de los más importantes directores musicales de su generación.

Su trabajo ha sido reconocido con numerosos premios, como el prestigioso Birgit Nilsson de música clásica, dotado con un millón de dólares, o el Grammy al mejor Álbum de Música Clásica por «Verdi: Requiem».

Hijo de un médico y una cantante lírica, Muti estudió piano con el reconocido Vincenzo Vitale y se graduó con honores en el Conservatorio de Música San Pietro a Majella, en su ciudad natal.

Más tarde se formó con Bruno Bettinelli y Antonino Votto en el Conservatorio «Giuseppe Verdi» de Milán, donde obtuvo la diplomatura en Composición y Dirección de Orquesta.

En 1967 fue premiado con el prestigioso concurso «Cantelli» de Milán, lo que le valió la mención especial de la crítica y el público.

Al año siguiente fue nombrado director musical de la Orquesta Maggio Musicale Florentino de Florencia, cargo que ocupó hasta 1980. Después sucedió en el mismo puesto a Otto Klemperer en la Filarmonía de Londres (1972-1982) y a Eugene Ormandy en la orquesta de Filadelfia (1980-1992).

La última dirección la abandonó para dedicarle más tiempo a su familia, aunque siguió vinculado a la orquesta como «director laureado», lo que le permitió dirigir un número de conciertos cada temporada.

En 1986 fue nombrado director musical de la Orchestra Filarmónica della Scala de Milán, donde realizó proyectos internacionales, como la trilogía Mozart-Da Ponte y la tetralogía wagneriana.

El 3 de abril de 1993, Muti dirigió por primera vez la orquesta de un ballet, «Le baiser de la fée» (El beso del hada), que se estrenó en la Scala.

Tras 19 años dirigiendo la orquesta de la Scala, Muti se vio obligado a dimitir en abril de 2005 por presión de la Asamblea de trabajadores del teatro tras las disputas que había mantenido con el gerente.

Entonces afirmó que el conflicto hacía imposible «proseguir con una colaboración que tendría que estar basada en la armonía y la confianza», por lo que fue reemplazado por el francés Stephane Lissner.

Comprometido socialmente, colaboró con el proyecto «El Camino de la Amistad», el Festival de Ravena, o la función en el Palacio de Congresos de Barcelona (1995) para la reconstrucción del Gran Teatro del Liceo.

Entre los numerosos premios obtenidos destacan el de Caballero Gran Cruz de la República Italiana, Gran Medalla de Oro de la Ciudad de Milán, Orden al Mérito de la República Italiana, Cruz al Mérito de la República Federal de Alemania o Académico filarmónico por la Academia Filarmónica de Bolonia.

Muti es miembro honorario de la Royal Academy of Music de Londres y doctor honoris causa por diversas universidades italianas y extranjeras, entre ellas la de Barcelona.

El director ha recibido, entre otros, el Premio de la Legión de Honor en Francia, el de la Fundación Wolf de las Artes de Jerusalén y el título de Caballero del Imperio Británico por la reina Isabel II.

En 1969 conoció en el Festival de Ravena a su fundadora, Cristina Mazzavillani, con quien se casó y tuvo tres hijos, Francesco, Chiara y Domenico.