Ricky Rubio dice adiós a la temporada por lesión

A la espera de que se sepa el periodo exacto de recuperación -puede ser de hasta nueve meses-, queda en el aire su participación en el EuroBasket 2022 que se disputará en septiembre.

Redacción Internacional.– Todo iba de maravilla para Ricky Rubio. Su equipo, los Cleveland Cavaliers, es una de las revelaciones de esta temporada en la NBA, él estaba rindiendo a un nivel magnífico, y la franquicia le mimaba como el líder veterano y sereno que debía guiar a una plantilla repleto de talento joven.

Pero la desgracia volvió a cruzarse en el camino del español.

A falta de solo 2.20 para terminar el encuentro del martes ante los New Orleans Pelicans, Rubio, que estaba jugando un auténtico partidazo (casi triple-doble con 27 puntos, 13 rebotes y 9 asistencias) se resbaló en una penetración y rápidamente se dio cuenta de que algo iba mal en su rodilla izquierda.

Los peores presagios para el base, que abandonó la cancha sin poder caminar, se cumplieron este miércoles con la confirmación de que sufre una rotura del ligamento cruzado anterior de su rodilla izquierda, una grave lesión que le hará perderse lo que queda de temporada.

A la espera de que se sepa el periodo exacto de recuperación -puede ser de hasta nueve meses-, queda en el aire su participación en el EuroBasket 2022 que se disputará en septiembre.

Lamentablemente, Rubio conoce bien esta lesión: es el mismo ligamento de la misma rodilla que se rompió en 2012 cuando era un novato con los Minnesota Timberwolves.

Ahora con 31 años, el base de El Masnou se ve obligado a parar de nuevo cuando disfrutaba de uno de sus momentos más dulces en la NBA.

EL FARO DE LOS CAVS

Rubio estaba promediando 13,1 puntos, 4,1 rebotes y 6,6 asistencias en 28,5 minutos por encuentro.

Pero los números no reflejan fielmente su importancia en los Cavaliers.

Consolidado como una voz de mucho peso en el vestuario, Rubio -junto a Kevin Love- era el mentor de una plantilla muy prometedora con jóvenes que piden paso a gritos como Evan Mobley, Jarrett Allen, Collin Sexton o Darius Garland.

De hecho, Rubio asumió sin problemas su papel de sexto hombre y «padrino» de Garland.

«Cada uno tiene su rol y todos lo hemos aceptado. El mío es un poco diferente a lo que estaba acostumbrado en mi carrera en la NBA (como base titular), pero estoy muy cómodo y muy contento», comentó a principios de mes.

Su entrenador, J.B. Bickerstaff, estaba absolutamente encantado con contar con Rubio.

«Es alguien en quien puedes creer, en el que te puedes apoyar en situaciones difíciles. No tiene miedo. No hay nada que no haya visto. No hay situación en el baloncesto que él no haya vivido. Ante un tiro importante, no tiene miedo. Ante la jugada adecuada, no tiene miedo. Somos afortunados de tenerlo», dijo el técnico a mediados de diciembre.

Fichado por los Cavaliers este verano mientras disputaba los Juegos Olímpicos con España, Rubio había sido clave en el fabuloso arranque de temporada de los de Cleveland, que han asombrado a la liga entera por ser un equipo muy bien trabajado, competitivo y capaz de ganar en cualquier cancha.

En estos momentos ocupan la quinta plaza de la Conferencia Este con 20 victorias y 14 derrotas, y comparten con los Memphis Grizzlies (21-14, cuartos en el Oeste) el honor de ser la revelación de lo que va de temporada.

Rubio termina su contrato este año y será agente libre este verano en un momento de gran incertidumbre por esta lesión.

El base había alcanzado en los últimos años un extraordinario punto de madurez, seguridad y inspiración que le permitió ganar el Mundial de China de 2019 con la selección española (fue el MVP del torneo) y ser el máximo anotador de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020.

En la NBA, en cambio, no ha tenido mucha fortuna con sus equipos.

Rubio pasó muchos años en conjuntos con pocas aspiraciones (Minnesota Timberwolves) y salió de otras franquicias justo cuando empezaban a mirar a lo más alto (Utah Jazz y Phoenix Suns) después de que Rubio fuera fundamental en la consolidación de esos proyectos.

En cualquier caso, Rubio ha construido su vida y su carrera en torno a la superación constante y la fortaleza en los peores momentos tanto dentro como fuera de la cancha -su madre falleció de cáncer en 2016- y siempre ha recurrido al mismo lema: «Never too high, never too low» (nunca demasiado arriba, nunca demasiado abajo).