La depredación ambiental se manifiesta en el río Tireo con inundaciones y contaminación que afectan a la comunidad.
La Vega.– Gaviones colapsados, puentes destruidos por la impetuosa corriente del río Tireo, viviendas inundadas y cultivos sepultados por las sórdidas aguas del afluente.
Desde la devastada zona de Cruz de Cuaba, donde hace unos años la depredación ambiental fue un deporte, la desertificación y erosión de los suelos, actualmente es el efecto que lleva hasta las comunidades circunvecinas del río desbordamientos, inundaciones y estragos a mucha gente.
Además, durante ese escaso tiempo, emerge una realidad que desnuda la inconsciencia de algunos agricultores: el moribundo río Tireo arrastra una procesión de desechos, en su mayoría producto de las actividades agrícolas cotidianas.
Resulta más fácil lanzar plásticos, cartones, malezas y mucho más, que planificar su recogida y disposición final.
Esto nos indica que el río Tireo es una víctima de la depredación ambiental y también una vía para lanzar basura que se convierte en una capa de desechos en la presa Pinalito.