REDACCIÓN INTERNACIONAL.- Rusia dio hoy otro ultimátum a las fuerzas ucranianas que aún resisten en la asediada ciudad de Mariúpol, especialmente en la acería de Azovstal, para que depongan hasta el mediodía de este martes las armas a cambio de salvar así su vida.
«Teniendo en cuenta la situación catastrófica que se ha desarrollado en la planta metalúrgica de Azovstal, además de guiarse por principios puramente humanos, las Fuerzas Armadas rusas ofrecen una vez más a los militantes de batallones nacionalistas y mercenarios extranjeros detener las hostilidades y deponer las armas a partir de las 12:00 (09.00 GMT)», señaló el Ministerio de Defensa.
«A todos los que depongan las armas se les garantiza la conservación de la vida», dijo el jefe del Centro de Control de Defensa Nacional de la Federación Rusa, coronel general Mijaíl Mizintsev, en un comunicado.
Rusia propone que se establezca a partir de las 13.00 (10.00 GMT) un canal de comunicación continuo entre las partes rusa y ucraniana para el intercambio mutuo de información.
Media hora después los militantes de «batallones nacionalistas», es decir, el regimiento de Azov, y los mercenarios que luchan con ellos, junto con las fuerzas rusas y las milicias prorrusas de Donetsk, declararían un «régimen de silencio» o alto el fuego y garantizarían su «estricto cumplimiento».
«El inicio real del ‘régimen de silencio’ por ambas partes se indicaría mediante el levantamiento de banderas -rojas, por parte de Rusia, y blanco del lado ucraniano- alrededor de todo el perímetro de Azovstal.
Entre las 14.00 y las 16.00 hora local, se produciría «la salida de todas las unidades armadas ucranianas y de los mercenarios, sin excepción, sin armas ni municiones», explicó Mizintsev.
«Una vez más, hacemos un llamamiento a las autoridades oficiales de Kiev para que muestren prudencia, den las instrucciones apropiadas a los militantes para que detengan la resistencia sin sentido y abandonen el centro de la resistencia» en Azovstal, señaló.
Si Kiev no diera la orden, añadió, los defensores ucranianos deben «tomar esa decisión por sí mismos y deponer las armas», dijo.
El portavoz de las milicias de Donetsk, Eduard Basurin, señaló momentos antes que ha comenzado el asalto a la acería, último reducto de resistencia en Mariúpol.
El asesor del alcalde de la ciudad, Petró Andriushchenko, afirmó por su parte en su cuenta de Telegram que los rusos «están atacando no solo con bombas pesadas Azovstal, sino que la artillería y los tanques continúan atacando caóticamente un sector residencial».
En un mensaje más amplio a los soldados ucranianos en general, Mizintsev, hizo otro llamamiento «a todo el personal militar de las Fuerzas Armadas de Ucrania y mercenarios: con la actitud cínica de las autoridades de Kiev, les espera un destino poco envidiable», añadió en un mensaje más amplio a los soldados.
«No tientes tu destino, pero toma la única decisión correcta de detener las hostilidades y deponer las armas ahora, dondequiera que tus ‘patrones’ te obliguen a luchar por las ideas del nazismo», dijo Mizintsev.
Aseguró que Rusia «garantiza a cada uno de ustedes la preservación de la vida y el cumplimiento de todas las normas de la Convención de Ginebra sobre el trato de los prisioneros de guerra, como ya sucedió con el personal militar de las Fuerzas Armadas de Ucrania que se había rendido previamente en Mariúpol».
El coronel general indicó que esta declaración será enviada inmediatamente a la ONU, la OSCE, el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) y otras organizaciones internacionales.
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