Moscú.- La viceprimera ministra rusa Victoria Abrámchenko llamó hoy a la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) a crear un organismo de arbitraje, una especie de «Cruz Roja Alimentaria» para evitar una crisis alimentaria a nivel mundial que genere hambrunas.
«Llamo a nuestros colegas de la ONU y de la FAO a crear una ‘Cruz Roja Internacional Alimentaria’ (…) para garantizar el acceso de todos al mercado alimentario», declaró en un panel del 25 Foro Económico Internacional de San Petersburgo dedicado a la alimentación.
Según Abrámchenko, este organismo de arbitraje estaría dirigido a dar solución al «problema creado por las sanciones ilegales que paralizaron la logística y las limitaciones impuestas a los mecanismos de pago entre los países», uno de los principales factores que agravan hoy la crisis alimentaria a nivel mundial.
Abrámchenko destacó que la seguridad alimentaria es una de las principales responsabilidades de todos los estados, y recalcó que el embrión de la actual crisis se generó a consecuencia de la pandemia, y se agravó debido a las sanciones impuestas a Rusia por su campaña militar en Ucrania.
Según la viceprimera ministra, las sanciones golpearon gravemente las cadenas logísticas internacionales necesarias para transportar alimentos a los países más necesitados, e incidieron en el precio del gas, necesario para la producción de fertilizantes, algo que también afecta la producción agropuecuaria.
Pese a ello, destacó que durante los primeros cinco meses de 2022 Rusia «incrementó la exportación de productos agropuecuarios en un 16 %» respecto al año anterior.
«A Corea del Sur, por ejemplo, exportamos en cinco meses un 19 % más. A Bielorrusia, un 33 % más», añadió, al señalar que las exportaciones a la India se incrementaron en 3,6 veces.
«Rusia no solo se alimenta a sí misma, sino que alimenta a otros países», dijo, al recordar que para 2050 se espera que la población del planeta supere los 10,000 millones de personas.
La viceprimera ministra señaló que eso significa que «los países que son donantes de alimentos, como Rusia, deben comprender que tendrán que alimentar cada vez más un número mayor de personas en el planeta».
Entre enero y mayo, añadió, Rusia ha sostenido más de 500 reuniones de trabajo para ampliar la geografía de sus exportaciones alimentarias.
«Vamos a incrementar las exportaciones de nuestros alimentos, mantendremos estos contactos. Solucionaremos los problemas logísticos y los vinculados a los pagos mutuos», añadió.
Por su parte, el representante de Rusia ante la FAO, Oleg Kobiakov, reconoció que actualmente este organismo internacional «no cuenta con un organismo de arbitraje».
Lamentó que «los sucesos político-militares de los últimos tiempos empañaron la agenda de desarrollo sostenible y los objetivos de la humanidad para 2030, en particular la liquidación del hambre y la seguridad alimentaria».
Según Kobiakov, en la actualidad 3.000 millones de personas a nivel mundial «no se alimentan bien», una cifra que incluye tanto a unos 200 millones que sufren de hambre aguda, como aquellos que no tienen acceso a comida equilibrada y comida sana.
