Sabrina Carpenter criticó a la Casa Blanca por emplear su canción “Juno” en un video que mostraba redadas migratorias, solicitando que su música no se asocie a una agenda que calificó de inhumana.
ESTADOS UNIDOS.– La cantante Sabrina Carpenter arremetió este martes contra la Casa Blanca por utilizar una canción suya en un video que muestra redadas migratorias, y pidió que no la involucraran en lo que calificó como una "agenda inhumana"
"Este video es malvado y repugnante", escribió Carpenter en la red social X. "No me involucren nunca a mí ni a mi música en su agenda inhumana", añadió.
La canción empleada, 'Juno', uno de los temas más populares de la artista galardonada con dos premios Grammy, expresa un deseo romántico y sexual muy intenso hacia otra persona
La Casa Blanca usó un fragmento en el que se repite la frase "¿Alguna vez has probado esta?" para acompañar imágenes de detenciones agresivas realizadas por agentes de la Agencia de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, en inglés).
No es la primera vez que la Administración de Donald Trump recurre a canciones virales para promover sus políticas, ni tampoco la primera ocasión en la que un artista se desvincula públicamente del mensaje.
La editorial canadiense de libros para niños Kids Can Press publicó un mensaje en esta línea después de que el secretario de Guerra, Pete Hegseth, compartiese una portada modificada de 'Franklin the Turtle' en la que el personaje aparece apuntando un bazuca a unos barcos.
"Condenamos enérgicamente cualquier uso denigrante, violento o no autorizado del nombre o la imagen de Franklin, que contradice directamente estos valores", afirmó la editorial tras asegurar que la tortuga "representa la amabilidad, la empatía y la inclusión".
la crítica de Carpenter vuelve a poner sobre la mesa el debate sobre el uso político y no autorizado de obras creativas, una práctica que cada vez genera más rechazo entre artistas y editoriales.
Su denuncia se suma a un creciente llamado a respetar la intención original de las obras y a evitar que sean distorsionadas con fines gubernamentales o partidistas, especialmente en temas tan sensibles como la migración y la seguridad nacional.
El incidente reaviva la discusión sobre los límites éticos en la comunicación política y el uso de contenido cultural sin consentimiento, un fenómeno que afecta a artistas de diversas industrias.
Mientras la Casa Blanca enfrenta crecientes cuestionamientos, las reacciones como la de Carpenter evidencian la resistencia de los creadores a que su trabajo sea vinculado con mensajes que contradicen sus valores, reforzando la importancia de la autoría y del respeto a la integridad artística.