Redacción Internacional.- Mientras estaba en recuperación tras sufrir un grave accidente hace dos años atrás, Tom Pages tuvo una de las ideas más locas que podría haber tenido un amante del motociclismo, el paracaidismo y la adrenalina: tomar una rampa al vacío montado en una moto a más de 80km/h.
El deportista extremo de 36 años cumplió su objetivo después de una extensa preparación que realizó desde el inicio de la pandemia por coronavirus, aprovechando el parón de las competencias motoras, de la que puede sentirse orgulloso por sus cinco títulos mundiales en los X Games.
En esta ocasión, invirtió el tiempo en tomar clases y desarrollar sus habilidades con el paracaídas, una parte fundamental en la conclusión del salto que llevó a cabo. Finalmente lo logró y sobrevivió para contarlo en una entrevista con el periódico francés Le Parisien.
“Fue espectacular, ese era el objetivo y estuvo bien. ¿Estoy loco? No, no lo creo porque tuve que entrenar mucho para hacer este salto. Un loco lo habría intentado sin prepararse”, aseguró el múltiple campeón de motos en la categoría de estilo libre.
Todo estaba preparado en el departamento francés de Alta Saboya. Allí, a metros de la estación de esquí de Avoriaz se armó una rampa gigante de siete metros que Pages tomó a 80 kilómetros por hora para lanzarse al vacío junto a su motocicleta para luego protagonizar una caída de 130 metros en paracaídas.
“Siempre me ha gustado el paracaídas. Ya había visto un salto así de Alain Prieur, un doble de acción, en la década de 1980. Mi salto reunió los dos deportes que amo: el salto BASE y el motociclismo de estilo libre”, explicó.
“Fue una locura, algo enfermizo: era un sueño absoluto para mí que tenía desde hace tiempo”, detalló el oriundo de Nantes y, con respecto al salto, agregó: “Tuve la sensación de estar drogado por un tiempo mientras seguía concentrado en lo que tenía que hacer”.
El deportista francés afirmó que nunca tuvo miedo ni preocupación ya que esos sentimientos “vienen de lo desconocido, de cuando no sabes a dónde vas. Durante la larga preparación a veces había un poco de preocupación, pero nada mas”.
A su vez, remarcó que al momento del salto ya era demasiado tarde para hacerse preguntas: “Eso es antes de hacerlo. Una vez comenzado, solo hay una cosa que decirse a sí mismo: ‘Estoy listo y estará todo bien’, y todo salió bien. Tuvimos suerte porque una semana después estaba todo nevado”.
Por último Tom Pages reconoció que su salto también fue un homenaje para Vince Reffet, un saltador BASE que murió hace exactamente un año durante uno de sus entrenamientos. “Comenzamos este proyecto juntos. Igualmente no necesito el salto y el proyecto para pensar en él, lo hago todos los días”.