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Salvar la brecha de los "nini", jóvenes que ni estudian ni trabajan

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Acto de Graduación

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REDACCIÓN INTERNACIONAL.Uno de cada cuatro jóvenes en América Latina ni estudia ni trabaja, mientras que 55% de las empresas en la región reportan enfrentar dificultades para contratar fuerza de trabajo calificada. Salvar esta brecha es uno de los principales retos que enfrenta la región. América Latina necesita jóvenes calificados para estimular nuevos sectores económicos e impulsar la productividad, si la región quiere librarse de la desaceleración económica mundial y aprovechar las oportunidades que ofrece la globalización.

Durante la primera década de este siglo, América Latina experimentó un fuerte crecimiento económico basado en el comercio, el elevado precio de los productos básicos y un aumento en el consumo interno. Este crecimiento creó nuevas oportunidades de empleo en los sectores manufactureros, de servicios y otros, lo que impulsó a millones a integrarse a la fuerza de trabajo. Sin embargo, muchos de los empleos más atractivos y calificados permanecieron vacantes en parte porque las universidades latinoamericanas no lograron mantenerse a la par de la demanda.
De acuerdo con una encuesta sobre escasez de talento realizada por ManpowerGroup en 2015, alrededor de dos tercios de los empleadores encuestados en Brasil y Perú, y aproximadamente la mitad de los empleadores de México y Colombia indicaron tener dificultades para cubrir puestos, ya sea por la falta de candidatos o por la imposibilidad de encontrar personas con la capacitación o la experiencia requerida.

Ampliar el acceso a la educación terciaria y la formación profesional de calidad es fundamental para aumentar la productividad y competitividad de la región, incentivar la inclusión social, y reducir la desigualdad que ha marcado la región por generaciones.

En un contexto de cortes presupuestarios que limitan recursos para los sistemas públicos de educación, los proveedores de educación privada pueden tener un papel importante en ampliar el acceso a los estudios universitarios y la formación profesional, especialmente para estudiantes adultos que trabajan. Estas opciones ofrecen  alternativas  a un costo razonable.  Se ha destacado que los proveedores de educación privada son particularmente eficaces en establecer vínculos con la industria y asegurar que este alineado con las necesidades del mercado laboral.
Pero la demanda de educación superior en América Latina, tanto pública como privada, excede la oferta actual. Es necesaria la acción conjunta de los gobiernos en la instrumentación de políticas públicas, de las empresas e industria,  y de los proveedores de educación pública y privada para ampliar las oportunidades tanto de los estudiantes más jóvenes como de los trabajadores adultos, mejorar sus posibilidades de empleo y obtener un rendimiento mayor de las inversiones en educación.

Los sectores público y privado pueden trabajar juntos para promover un mayor acceso a la educación terciaria y contribuir a mejorar la productividad en América Latina —un factor clave para aumentar los ingresos y la calidad de vida— y su competitividad en la economía mundial.

El término ¨nini¨ Equivale al acrónimo inglés NEET, acrónimo de la expresión not in employment, education or training (ni trabaja, ni estudia ni recibe formación). El acrónimo inglés se introdujo formalmente por primera vez en el Reino Unido en 1999 con la publicación del Informe Bridging the gap: new opportunities for 16-18 year olds not in education, employment or training 2 elaborado por la Unidad de Exclusión Social de ese país.

 

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