São Paulo.- Sam Smith, ganador de cuatro Grammys, caldeó este domingo la tercera y última jornada del festival Lollapalooza Brasil, en la ciudad de São Paulo, con un concierto arrebatador, elegante y repleto de giros de guion.
El cantante británico se presentó en el Autódromo de Interlagos para exprimir hasta la última gota de sudor de las miles de personas que acompañaron su actuación de casi una hora y media, la primera en el país suramericano desde 2019.
Acompañado por un excelso grupo de bailarines, Sam Smith, que tiene más de 50 millones de oyentes mensuales en Spotify, además de un Óscar y un Globo de Oro en sus vitrinas, entre muchos otros reconocimientos, tocó 18 de sus temas en la capital paulista.
Fue todo un canto a la libertad que fue ganando en intensidad con el paso de los minutos. Arrancó con sus melancólicos ‘Stay with me’ y ‘I’m not the only one’ y acabó abriendo las puertas del infierno vestido con un conjunto de lencería fina para interpretar ‘Unholy’.
«Este show va sobre una cosa, va sobre libertad. Libertad para vestir lo que uno quiera; de cantar lo que uno quiera; de ser quien uno quiera», expresó el camaleónico artista de Londres, que sorprendió con un vestido de cola negro para cantar ‘Good Thing’ incluida en su primer disco (‘In the lonely hour’), del que se cumplen diez años.
También lució un pomposo abrigo con los colores de la bandera queer y, para éxtasis del público, la camiseta de la selección brasileña con su apellido a la espalda, que se quitó tras su versión de ‘Latch’ para secarse el sudor y quedarse con el torso desnudo.
Para terminar de calentar el ambiente se puso a perrear con ‘Gimme’, que lanzó junto con Koffee y Jessie Reyez.
La cantante colombo-canadiense se presentó en la víspera por primera vez en Brasil, también en Lollapalooza, y hoy se subió al escenario con Sam Smith para tocar este tema de estribillo pegadizo.
Tampoco faltaron en el repertorio de esta noche ‘Giant’ y ‘Desire’, sus melodías más discotequeras fruto de sendas colaboraciones con el DJ Calvin Harris.
Esta XI edición de Lollapalooza Brasil empezó el viernes, con Blink-182 y The Offspring como cabezas de cartel; continuó el sábado, con Thirty Seconds for Mars, Limp Bizkit y Jessie Reyez; y concluyó este domingo con Sam Smith, SZA y Gilberto Gil para un total de 77 conciertos.
El festival estuvo pasado por agua en sus dos primeros días por culpa de un fuerte temporal que ha causado estragos en la región sureste de Brasil y que solo ha dado una tregua en São Paulo este domingo.
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