Sanofi renuncia a desarrollar una vacuna para COVID-19 con ARN mensajero

"Nuestra prioridad en el ARN mensajero es la próxima pandemia", declaró en una conferencia de prensa en su sede de París Thomas Triomphe, vicepresidente ejecutivo de la filial de vacunas Sanofi Pasteur.

París.- El grupo farmacéutico francés Sanofi anunció este martes que renuncia a desarrollar una vacuna para la covid con la tecnología del ARN mensajero, porque considera que llegaría al mercado demasiado tarde, teniendo en cuenta que para finales de año se habrán fabricado en el mundo 12.000 millones de dosis.

«Nuestra prioridad en el ARN mensajero es la próxima pandemia», declaró en una conferencia de prensa en su sede de París Thomas Triomphe, vicepresidente ejecutivo de la filial de vacunas Sanofi Pasteur.

El laboratorio francés estaba trabajando en una vacuna con la tecnología del ARN mensajero para el coronavirus en paralelo al desarrollo de otra vacuna con proteína recombinante en asociación con GSK, que sí tiene previsto tener lista para su salida al mercado a finales de este año.

La del ARN mensajero en la fase I y II de la experimentación ha demostrado generar anticuerpos en un porcentaje de los individuos a los que se inyectó que va del 91 % al 100 % dos semanas después de haberles inyectado la segunda dosis.

Además, no se han observado efectos secundarios y el nivel de tolerancia es «comparable» a la de las otras vacunas de esa tecnología que han desarrollado Pfizer-BioNTech y Moderna.

Pero Sanofi no continuará porque estima que no es necesaria una nueva vacuna de ARN mensajero.

No obstante, tiene intención de proseguir las investigaciones con el ARN mensajero para otros virus, y pretende llevar a cabo a partir de 2022 estudios clínicos para una vacuna contra la gripe

Con respecto a la vacuna contra la covid con la proteína recombinante, ya ha recibido encargos firmes de más de 75 millones de dosis de recuerdo por parte de los países de la Unión Europea y del Reino Unido.

A ese respecto, Sanofi hizo hincapié este martes en que los datos preclínicos han puesto en evidencia que su producto puede reforzar «muy significativamente las respuestas inmunitarias» de personas que hayan recibido otras vacunas.