Las autoridades taiwanesas toman medidas ante la inminente llegada del tifón Fung-wong. Entérate de los detalles.
Taipéi/Pekín.– Taiwán se prepara para la llegada del tifón Fung-wong, conocido localmente como Uwan, tras su paso por el norte de Filipinas, donde provocó fuertes vientos, lluvias torrenciales y la evacuación de cerca de un millón de personas.
Según la Agencia Meteorológica Central (CWA) de Taiwán, el tifón se encontraba a las 17.30 hora local (09.30 GMT) de este lunes a unos 490 kilómetros al suroeste del cabo Eluanbi, en el extremo meridional de la isla, con vientos máximos sostenidos de 137 kilómetros por hora y ráfagas de hasta 173 km/h.
El organismo emitió asimismo en la tarde local del lunes una advertencia marítima por tifón para las aguas del canal de Bashi, las islas Pratas y el sur del estrecho de Taiwán.
El tifón avanza hacia el noroeste y se prevé que después gire hacia el noreste, aproximándose a la isla a medida que pierde intensidad.
También se pronostican fuertes precipitaciones en el centro y sur de la isla el miércoles, de acuerdo a la CWA, que estima que Fung-wong se debilitará al tocar tierra en Taiwán y se alejará gradualmente el jueves.
El Gobierno del condado oriental de Hualien anunció este lunes el cierre de escuelas y oficinas en el municipio de Guangfu, así como la evacuación de los residentes de algunas partes de la localidad debido al riesgo de inundaciones y deslizamientos de tierra, de acuerdo a la agencia CNA.
A finales de septiembre, las lluvias asociadas al paso del supertifón Ragasa por Taiwán provocaron el desbordamiento de un lago represado en Guangfu, dejando 19 muertos, 5 desaparecidos y 157 heridos en este municipio, así como más de 1,600 hogares afectados por deslizamientos de tierra.
El funcionario agregó que también se han desplegado bombas de gran capacidad y reforzado los diques con estructuras de protección adicionales en el condado de Hualien.
Los tifones son fenómenos recurrentes en el sureste de China y Taiwán durante la temporada estival y otoñal, cuando las aguas cálidas del océano Pacífico propician la formación de ciclones que, en ocasiones, provocan daños significativos e interrupciones en el transporte y las actividades económicas.