Sentimientos
Hay cambios notables en la transparencia, estabilidad macroeconómica y crecimiento.
Santo Domingo.– Circula un video en que uno de los estrategas políticos del PRM confiesa que la consigna electoral a favor del “cambio”, sin detallar qué cambiaría, dio el triunfo electoral en 2020 al partido del presidente Abinader.
La oposición ataca el alegado vacío contenido del mensaje que sintonizó perfectamente con el sentimiento de los votantes; ningunea los evidentes éxitos del Gobierno.
Los índices de desarrollo reconocidos internacionalmente favorecen ampliamente a Abinader, en las materias que más ataca o desmiente la oposición.
Hay cambios notables en la transparencia, estabilidad macroeconómica y crecimiento, recepción de inversión extranjera, percepción de corrupción y otros. Veamos: en el Índice de Percepción de Corrupción de Transparencia Internacional, alcanzamos la mejor puntuación desde 2014, subiendo 33 posiciones hasta el puesto 104 entre 180 naciones comparadas.
En el Índice de Democracia de la unidad de inteligencia de The Economist, estamos en el puesto 52 de 167, 9 escalones más que en 2024, octavo en Latinoamérica y el Caribe, revirtiendo una tendencia de disminución previo a 2020.
En el Índice de Paz del Institute for Economics & Peace, tuvimos puntuación de 1.99 de 5, siendo 1 la mejor. Somos el sexto país más pacífico de la región y el número 73 de 218 del mundo, superando el promedio latinoamericano de 2.18.
En Libertad de Prensa, Reporteros Sin Fronteras nos da el lugar 43 de 180 naciones, quinto en América Latina, con puntuación de 70 sobre 100, muy superior al promedio regional de 54.
La SIP
La SIP recién reconfirmó que somos el país hispanoamericano con mayor libertad de prensa y expresión. Sobre Clima de Inversión, el Departamento de Estado informa que estamos entre los principales destinos de inversión extranjera y resalta los avances en turismo, energía, zonas francas, telecomunicaciones y minería, por la estabilidad macroeconómica, reformas estructurales y alianzas público-privadas.
Son hechos y datos fríos que los funcionarios y comunicólogos oficiales deben calentar para que sean sentidos más que sabidos, en vez de dejarle esa tarea mayormente a Luis. Eso debe cambiar.