Santo Domingo.- En medio del llanto y dolor fueron sepultados los restos de Cheily Pérez camilo, Yisneidy Yáquil Vázquez de 29 años y su hija Jade Contreras Vásquez, de 13, quienes fallecieron a causa de la crecida del río Fula.
Devastado se encuentra Erickson Pérez padre de Cheily Pérez Camilo, quien demandó tomar medidas con los negocios que funcionan en el Río para evitar se repita la tragedia.
“Es un dolor insoportable ¿cómo soporta un padre cuando lo que se espera que sea el hijo que entierre al padre y no un padre a su hijo? 25 años de edad, una niña joven con todo un futuro por delante”, expresó Erickson Pérez, padre de la joven fallecida.
La mayor inquietud de Pérez es que le dirá al nieto de solo 4 años.
“Cuando me pregunte por su mamá ¿qué le voy a decir? No sé lo que le voy a decir, tengo que prepararme y llevar a su esposo al psicólogo que no quiere ni comer, dormir”, expresó Pérez.
De su lado, Martha Deoleo, familiar de la fallecida refirió: “tiene que cerrarlo, yo pido que lo cierren porque miren como le quitaron la vida a mi niña que estaba tan alegre y no es la primera vez que ese río se desborda. Ya han pasado en varias ocasiones”.
Los familiares de los fallecidos destacaron las cualidades que adornaban a las víctimas.
“Era muy buena con su padre, una joven muy trabajadora y querida por todos”, señaló Josefa Deoleo Montero, tía de la víctima.
Los restos de los fallecidos en la tragedia de Bonao, recibieron cristiana sepultura en el cementerio Cristo Salvador en Santo Domingo Este.
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