Washington.- Siete fabricantes de automóviles anunciaron la formación de una alianza que creará en Norteamérica una red de cargadores rápidos para vehículos eléctricos (VE) con al menos 30.000 puntos de recarga que «acelerará la transición» a automóviles de baterías.
La alianza, formada por BMW, General Motors (GM), Honda, Hyundai, Kia, Mercedes-Benz y Stellantis, quiere que las primeras estaciones de carga de la red empiecen a funcionar en un año, en el verano de 2024.
La nueva red, que duplicará el tamaño de la que cuenta en la actualidad del fabricante Tesla, aprovechará fondos públicos y privados para instalar estaciones de recarga rápida.
La red podrá ser utilizada tanto por vehículos equipados con el puerto de recarga Combined Charging System (CCS) como el North American Charging Standard (NACS), de Tesla.
En las últimas semanas, varios fabricantes de automóviles, entre ellos GM, Ford, Mercedes-Benz, Rivian y Volvo, anunciaron que empezarán a instalar el puerto NACS en sus vehículos tras llegar a acuerdos con Tesla para su acceso a la red de recarga de la compañía.
La Administración del presidente Joe Biden aplaudió el anuncio de la formación de la alianza para instalar 30.000 puntos de recarga para VE.
El coordinador de Implementación de Infraestructuras de la Casa Blanca, Mitch Landrieu, señaló en un comunicado que el anuncio «es otro ejemplo de Estados Unidos liderando de nuevo el mundo».
«La agenda ‘Invertir en Estados Unidos’ del presidente Biden está generando inversiones púbicas y privadas para ayudar a acelerar nuestro futuro de energía limpia, impulsar la fabricación nacional, fortalecer la cadena de suministro y crear empleos con buenos salarios», añadió Landrieu.
Las estaciones de recarga contarán con instalaciones como lavabos, restaurantes y tiendas e inicialmente estarán localizadas en áreas metropolitanas y junto a las principales autopistas, «incluidos corredores de conexión y rutas de vacaciones».
En estos momentos Estados Unidos cuenta con unas 32.000 estaciones de recarga rápida para 2,3 millones de VE, lo que supone 72 vehículos por cargador.
Se estima que serán necesarios 182.000 puntos de carga rápida para un parque de VE de entre 30 y 42 millones de vehículos que se estima existirán en Estados Unidos para 2030.