REDACCIÓN.- Agentes del Departamento de Policía Metropolitana de Indianápolis recibió una llamada la mañana del lunes 11 de noviembre respecto al hallazgo de un cuerpo dentro de una cama de bronceado de una sucursal de Planet Fitness ubicada en el 8707 de Hardegen St.
El fallecido fue identificado como Derek Sink, un hombre de 39 años, cuya causa de muerte no pudo ser determinada por la oficina forense del condado de Marion, según reportó el Indianapolis Star.
Los familiares confirmaron que se encontró una aguja en la misma habitación en la que se encontraba Sink y que contaba con un monitor en el tobillo, gracias al cual el equipo de investigación logró determinar que jamás salió del gimnasio.
Una usuaria de redes sociales compartió en Facebook que lo primero que notó al llegar a la sucursal de Planet Fitness fue un “olor terrible”. Lo primero que cruzó su mente fue que quizás la peste provenía de una posible “fuga de gas”.
“El personal de recepción dice que está todo bien, que no hay necesidad de preocuparse y que no existe ningún tipo de peligro, entonces procedieron a rociar con febreze para enmascararlo”, escribió la internauta.
Minutos más tarde luego de que observara cómo el personal utilizó aromatizante para tratar de cubrir el olor, la usuaria aseguró que llegaron el forense y cuatro coches de policía. “Se encontró un cadáver que había estado allí desde el viernes. Oraciones para esa familia”, añadió.
McCall Gosselin, director de asuntos corporativos de la empresa de gimnasios, declaró sentirse entristecido “profundamente” por el fallecimiento de uno de sus miembros y aseguró que el propietario de la franquicia “está trabajando con las autoridades locales en su investigación”.
“En Planet Fitness contamos con sólidos protocolos operativos de marca, ya que la seguridad y el bienestar de nuestros miembros es nuestra máxima prioridad”, declaró Gosselin.
El director de asuntos corporativos también reiteró la “estrecha colaboración” con el franquiciado local para que se lleven a cabo los protocolos necesarios.
En diálogo con la televisora local, la familia de Sink lo calificó como una persona cariñosa y añadieron esperar que los establecimientos de esta cadena de gimnasios cuente con políticas más estrictas sobre limpieza, así como la implementación de una lista de verificación para que el personal pueda evitar que una tragedia como esta vuelva a ocurrir en el futuro.
Según reportó el Indy Star, dicha sucursal de Planet Fitness cerró a las 21:00 horas el día la desaparición de Sink; abrió a las 7:00 horas la mañana siguiente y permaneció operativo durante 12 horas más, contando con el mismo horario el domingo.
El lunes, el establecimiento abrió a las 5:00 horas, mientras que el cadáver de Sink fue encontrado casi cuatro horas después. Dicho periódico informó que, hasta el momento, la policía trata el caso como una investigación de muerte, no un homicidio.
Respecto a cómo el cuerpo de Sink permaneció tanto tiempo dentro de la cama de bronceado sin que nadie notara que estaba ahí, Gosselin únicamente declaró al medio que cuentan con “sólidos protocolos operativos de marca implementados” y repitió que están “trabajando en estrecha colaboración con nuestro franquiciado local para garantizar que cumplan con esos protocolos de marca”.
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