Kabul/Islamabad.- Al menos 13 personas murieron y 230 resultaron heridas en Afganistán y Pakistán, afirmaron este miércoles fuentes oficiales de ambos países, un día después de que un terremoto de magnitud 6,5 golpease el Hindu Kush afgano.
En Afganistán, «hasta el momento 4 personas han muerto y otras 70 resultaron heridas» por el seísmo, afirmó a los medios de comunicación el portavoz del Ministerio de Salud del Gobierno interino de los talibanes, Sharafat Zaman Amar.
Según la fuente, entre los fallecidos en las provincias de Laghman (este) y Takhar (norte) figura un menor, mientras que los heridos tuvieron lugar en varias partes del país.
Los efectos del terremoto se dejaron también sentir en Pakistán, donde al menos 9 personas murieron y 56 resultaron heridas en la provincia nororiental de Khyber Pakhtunkhwa, informó a EFE un portavoz de la autoridad de gestión de desastres provincial, Taimoor Ali.
Entre los fallecidos se encuentran dos niños, dos mujeres y cinco hombres por el seísmo, que también causó daños parciales en al menos 26 casas de la provincia, precisó el funcionario.
En total, el sismo dejó 160 heridos en todo el país, según afirmó un portavoz de la autoridad de Gestión de Desastres provincial a la televisión paquistaní Geo TV.
El terremoto se registró a las 22.17 hora local (16.47 GMT) de ayer, con epicentro a unos 40 kilómetros de la localidad de Jurm, en la provincia nororiental de Badakhshan, próxima a la cordillera del Hindu Kush, según el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS).
La zona del Hindu Kush afgano es un centro de gran actividad sísmica y habitual punto de origen de movimientos telúricos en la región.
A finales del pasado junio un terremoto similar de magnitud 5,9 en las provincias orientales de Paktika y Khost, fronterizas con Pakistán, provocó la muerte de más de mil personas y unos 1.500 heridos, además de la destrucción de cientos de viviendas.
El país también sufrió una de las mayores catástrofes provocadas por terremotos en 1998 en el norte del país, cuando en febrero dos seísmos de magnitud 5,9 y 6 causaron la muerte de unas 4.000 personas. Pocos meses después, a finales de mayo, otro seísmo de magnitud 7 volvió a sacudir la zona y causó unos 5.000 muertos.