Quito.- La cifra de fallecidos por el aluvión que el lunes afectó a barrios del centro oeste de la capital ecuatoriana, Quito, ascendió a 22, mientras que los heridos son 47 y existe una alerta de que al menos hay una veintena de desaparecidos, informó este martes el alcalde de la ciudad, Santiago Guarderas.
En una rueda de prensa el regidor precisó que dos de los heridos se encuentran en situación crítica e ingresados en el hospital del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social. Siete heridos han sido ya dados de alta, mientras los restantes están siendo atendidos en nueve casas de salud de la ciudad.
El alud ocurrió en medio del fuerte aguacero que azotó la capital ecuatoriana en la tarde del lunes, con un récord de precipitaciones. De acuerdo con Guarderas, la tempestad que cayó en la víspera sobre Quito fue inédita, con 75 litros por metro cuadrado, cuando se esperaban apenas dos litros por metro cuadrado. Esto, comentó, supone una cifra récord en casi dos décadas, pues un volumen de lluvias similar solo se había registrado en el año 2003.
El aluvión provocado por el temporal desbordó la capacidad de las infraestructuras de captación y embalse de las aguas lluvias que bajan desde el volcán Pichincha, que se erige al oeste de la ciudad, apuntó Guarderas. El vicepresidente de Ecuador, Alfredo Borrero, se solidarizó con los afectados y ofreció el apoyo del Gobierno que preside Guillermo Lasso, quien se encuentra de viaje en China.
Borrero agradeció al personal de socorro que desde ayer se encuentran en la llamada «zona cero» atendiendo a los afectados. «Cuenten con nosotros, vamos a apoyar en todo lo que se necesite», comentó en la rueda de prensa conjunta con el alcalde de Quito.
Bomberos, militares y personal de otras instituciones se mantienen en el lugar en labores de rescate y limpieza. Varios moradores, pala en mano, colaboran con los rescatistas con la esperanza de encontrar supervivientes. Así también limpian de escombros la zona que amaneció con una gruesa capa de lodo en calles y en las plantas bajas de muchas viviendas.
En el sector por donde pasó la riada de lodo se aprecian también troncos de árboles, que bajaron del volcán arrastrados por el agua, así como postes de tendido eléctrico y cables caídos, además de automóviles cubiertos de barro y otros en calidad de chatarra. El Municipio y organizaciones privadas han activado puntos de recepción de donaciones para los afectados por el aluvión que fluyó a una zona donde hace unos 40 años ocurrió una situación similar.
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