x
Batalla Electoral 2024

Sueño lo posible

No pueden alegar desconocimiento.   El resultado del estudio realizado por el Ministerio de Educación: “Conductas de Riesgo en adolescentes de República Dominicana 2009-2010” no es noticia.  El estudio demostró  un aumento de la práctica sexual en estudiantes de educación media,  la mitad de los varones y una de cada tres de las adolescentes ha iniciado vida sexual. Nada nuevo bajo el sol de Quisqueya.
En una ocasión, profesionales de San José de Ocoa me invitan a impartir una charla de Educación Sexual a estudiantes de educación media.  Claro está Lillian, ten presente los grupos conservadores, me advirtieron.  Traté de ser lo más clara y apegada a los conocimientos de las ciencias médicas, expliqué el riesgo de iniciar la vida sexual a temprana edad, los beneficios de posponer el embarazo desde el punto de vista médico y para el desarrollo humano.  Gracias a la ayuda de mi hijo adolescente, que preparó las imagines, los y los jóvenes no se aburrieron. Debo admitir que en ocasiones mi discurso no tenía resonancia.
El llegar el momento de preguntas reconocí mi desconexión con la realidad. Las y los  jóvenes entre 14 y 18 años preguntaron: “¿Cómo ser multiorgásmica?”, “¿Cómo evitar la eyaculación precoz?, “¿Dónde queda el punto G?” “¿Por qué el semen es tan salado?”.   Una galleta sin mano para aquellos que defienden la  teoría de que ofrecer educación sexual es invitar a la promiscuidad.  La población juvenil  tiene vida sexual, lo que no tiene es educación para vivir la sexualidad sin riesgos.  No  tienen acceso a métodos anticonceptivos, ni preservativos, gracias a la política inhumana de Promese Cal, para las y los pobres aún es una quimera.
La recomendación para las autoridades de Educación  es incrementar los planes de educación sexual. Las alarmantes cifras de embarazo a temprana edad, de jóvenes infectadas de HIV/SIDA, es prueba irrefutable del inicio de vida sexual a muy temprana edad.  Las secuelas de la falta de educación sexual son propias de la gente pobre. ¿Acaso la ausencia de educación sexual y negación a métodos anticonceptivos es un arma para que se extinga las y los jóvenes pobres?.
Las autoridades no pueden continuar autocensuradas, la realidad demanda educación sexual de calidad, no metiendo miedo, ni llamando al cuco.  Enseñar a vivir la sexualidad de forma placentera, sana y protegida es un deber del Estado.
Los estudios se realizan para implementar acciones, ya basta de estudiar lo que todos y todas sabemos.  Es momento de actuar, brindar educación sexual de calidad y ofrecer  métodos anticonceptivos y preservativos no puede esperar.
DiagnósticoRd.com

Comenta con facebook