Un cordial saludo a todos mis queridos lectores.
Hoy quiero hablarles de una reflexión que yo hice. Para si les conviene que la apliquen, y ojala pueda servirles como a mí.
Hoy voy a sonreír porque me hace bien.
Y seré feliz porque Dios me ha dado muchos motivos para agradecerle.
Todo lo tengo por su infinita misericordia.
Gracias por darnos a tu hijo.
Por a través de porque a través de él recibimos el Espíritu Santo Gracias Dios mío. Por ser tu hijo.
Hoy quiero sentirme feliz, porque soy tu hijo y hermano de Cristo.
Gracias por la vida que me has dado.
Hasta la próxima y muchas bendiciones para todos.
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