REDACCIÓN.- Es el fruto seco más popular. Mide entre uno y dos centímetros de largo y presenta una forma de lágrima aplanada.
Las almendras pueden comerse solas o incluirlas en recetas de postres, ensaladas, harinas y hasta leche.
Pero son sus propiedades nutricionales lo que las convierte en grandes aliadas: ayudan a prevenir enfermedades y aportan vitaminas y minerales esenciales para el organismo.
Al parecer, incluir almendras en la dieta de todos los días es una invitación a llevar una vida más saludable, con poco esfuerzo.
Qué pasa en el cuerpo cuando comes almendras todos los días
La almendra (Prunus amygdalus) es el fruto del almendro, un árbol que puede alcanzar los diez metros de altura. En la Argentina, Mendoza es la “capital nacional de la almendra” porque esa provincia tiene la mayor superficie sembrada con almendros (2.311 hectáreas de las 2.700 a nivel nacional).
El análisis de su composición nutricional explica por qué conviene consumir almendras. Según la Fundación Española de la Nutrición (FEN), cada 100 g, aportan: 604 kcal, 20 g de proteínas, 53,5 g de lípidos (en su gran mayoría grasa monoinsaturada), 14,3 g de fibra, muy poca agua (8,7 g) y nada de colesterol. La misma ración provee al organismo de 860 mg de potasio, 510 mg de fósforo, 258 mg de magnesio y 254 mg de calcio. Además de 20 mg de vitamina E y cantidades menores de vitaminas del grupo B.
La cantidad de calorías puede asustar un poco, pero los expertos aseguran que comer 20 almendras equivale a ingerir 100 kcal, las mismas que tiene una manzana. Esa ración es la recomendada para personas que practican bastante deporte. Quienes llevan una vida sedentaria, en cambio, solo necesitan 10 unidades diarias, indica un artículo del medio digital Business Insider.
Como su índice glucémico es bajo, están indicadas para personas con diabetes y la harina obtenida de la molienda de almendras peladas la hace apta para celíacos. Además, por su alto contenido en calcio, la leche de almendras es una buena alternativa para los que tienen intolerancia a la lactosa.
Desde Business Insider detallan los beneficios de comer almendras a diario:
Gracias a la sensación de saciedad que producen, ayudan a regular el peso. El magnesio, por su parte, contribuye a mantener a raya los niveles de azúcar en sangre. Las almendras también otorgan altas dosis de energía, porque ayuda a reponer micronutrientes (cobre y manganeso) y vitamina B2 (riboflavina) que impulsan el metabolismo.
Por otra parte, son buenas para el corazón. Según la Federal Food and Drug Administration (FDA) de Estados Unidos, una ración diaria previene el desarrollo de enfermedades cardiovasculares por contener vitamina E, magnesio y antioxidantes, concluye una revisión sistemática publicada en el sitio de divulgación científica Elsevier. También, gracias al magnesio, contribuye a reducir la tensión arterial.
En el aparato digestivo, las almendras ayudan a mejorar el tránsito intestinal, por su contenido en fibras y grasas saludables. De esta manera, reducen el riesgo de sufrir de cáncer de colon. La vitamina E, por su parte, es muy buena para la piel y el cabello, ya que funciona como un antioxidante que colabora en la reparación de las células dañadas.
Finalmente, comer almendras todos los días tendría influencia en el estado de ánimo. Esto ocurre porque el magnesio contribuye a relajar el sistema nervioso y el fruto contiene, además, triptófano y tirosina que intervienen en la producción de dopamina, una de las “hormonas de la felicidad”.
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