Nueva Delhi.- La tensión generada por el video de dos mujeres que fueron obligadas a desfilar desnudas por una multitud de hombres en el noreste de la India se trasladó este viernes al Parlamento, donde la oposición exigió la aparición del primer ministro, Narendra Modi.
El vídeo, que fue presuntamente grabado hace más de dos meses pero comenzó a circular ayer en las redes sociales, muestra a dos mujeres desnudas obligadas a desfilar en un campo por decenas de hombres, algunos de ellos armados con palos, en el estado nororiental de Manipur.
Esto desencadenó protestas en varias localidades de la India, así como duras críticas por miembros del Gobierno y de la oposición, y una declaración en video de Modi condenando el suceso.
La oposición exigió este viernes la aparición del primer ministro en el Parlamento para que ser interpelado por primera vez en tres meses por la ola de violencia étnica que atraviesa Manipur y que se ha cobrado la vida de 142 personas, según cifras del Gobierno.
«INDIA (acrónimo de una alianza de partidos opositores a Modi) espera que haga una declaración en el Parlamento hoy, no solo sobre un incidente, sino sobre los 80 días de violencia que su Gobierno regional y central han estado a cargo del estado, dejando una imagen absolutamente impotente y sin remordimientos», dijo en Twitter el líder del opositor Partido del Congreso de la India (INC), Mallikarjun Kharge.
Durante la sesión, diputados de la oposición mostraron carteles pidiendo que la intervención del primer ministro e interrumpieron varias veces a los parlamentarios oficialistas instando a discutir la situación en Manipur.
El ministro de Defensa indio, Rajnath Singh, aseguró que el Gobierno «quiere discutir el tema de Manipur», y detalló que Modi dijo que el país «está avergonzado» por el vídeo de las dos mujeres en Manipur y que se tomarían las medidas más estrictas.
A continuación, Singh acusó a la oposición de «crear una situación para que la discusión sobre Manipur no pueda tener lugar» por el alboroto, que llevó a que la sesión tuviera que ser suspendida hasta la semana que viene.
Manipur está sumido en una ola de violencia étnica, que estalló el 3 de mayo pasado cuando entre la minoría kukis, tribus concentradas mayormente en las zonas montañosas, y la mayoría meitei, que reside en las zonas del valle del estado.
El conflicto entre ambos grupos tribales ha provocado más de 50.000 desplazados y un centenar de muertos.