Redacción internacional.- En las primeras horas del 26 de noviembre, un incendio voraz se desató en un garaje independiente en el barrio neoyorquino de Jamaica, en Queens, cobrando la vida de dos personas: Edward Jacobs, un padre de tres hijos, y Anastasia Ettienne, su amiga. Este acto trágico y deliberado, según las autoridades, no fue fruto de un accidente. La acusada, Aliya Fakhri, de 43 años, llegó al lugar antes de iniciar el fuego y gritó: “Hoy todos van a morir”, según informes de la fiscal del distrito, Melinda Katz.
Las víctimas, sorprendidas por el avance del incendio, no lograron escapar del garaje en llamas. Ettienne intentó rescatar a Jacobs, quien dormía en la planta superior, pero ambos quedaron atrapados. La causa de muerte, según el informe oficial, fue inhalación de humo y lesiones térmicas.
Según los reportes de las autoridades, Fakhri llegó al lugar aproximadamente a las 6:20 horas de la mañana y tras anunciar que asesinaría a los presentes, desató un incendio que cubrió la zona. El garaje, de dos pisos, servía como espacio residencial para Edward Jacobs, de 35 años, y ocasionalmente para su amiga Anastasia Ettienne, de 33 años.
La mujer víctima fue la primera en percatarse de las llamas y rápidamente descendió al primer piso del garaje. Sin embargo, al notar que Jacobs seguía dormido en el segundo piso, subió de nuevo para intentar salvarlo. Según las autoridades, el fuego se propagó con rapidez, envolviendo toda la estructura en cuestión de minutos. Ambos quedaron atrapados y no lograron escapar de la intensa humareda ni del calor extremo.
Los cargos presentados contra Fakhri incluyen múltiples acusaciones de asesinato en primer y segundo grado, además de cargos de incendio en primer y segundo grado, basados en la teoría de que el incidente fue planeado con premeditación.
El vínculo entre la acusada y Edward Jacobs es clave para entender los hechos que derivaron en el incendio mortal. Según los familiares del fallecido, la pareja había terminado su relación aproximadamente un año antes del incidente. Durante ese tiempo, el hombre intentó cortar todo contacto con Fakhri, quien presuntamente rechazaba aceptar la separación.
Edward Jacobs, de 35 años, era un padre de tres hijos: dos gemelos de 11 años y un hijo menor de 9 años. Su madre describió a Jacobs como un hombre dedicado a su familia, especialmente a sus hijos, quienes ahora quedan huérfanos tras su trágica muerte. La pérdida ha generado un profundo dolor entre sus familiares, quienes han condenado la violencia que le arrebató la vida.
Por su parte, los antecedentes familiares y sociales de Aliya Fakhri muestran un perfil contrastante. Mientras algunos la describen como alguien “cuidada y atenta”, según declaraciones de su madre al New York Daily News, otros testimonios apuntan a un comportamiento obsesivo tras la ruptura. A esto se suma la conexión familiar de Aliya con su hermana, Nargis Fakhri, una reconocida actriz de Bollywood. Aunque la artista no ha emitido declaraciones públicas al respecto, fuentes señalan que las hermanas llevaban más de 20 años sin mantener contacto.
Este contexto personal plantea interrogantes sobre el estado emocional de Aliya antes del incendio y su aparente obsesión con restablecer la relación con Jacobs. Sin embargo, su madre continúa negando las acusaciones, afirmando que “no cree que su hija pudiera matar a alguien”.
La fiscal del distrito de Queens enfatizó la gravedad de los actos en una declaración oficial: “Según lo alegado en esta acusación, esta acusada terminó maliciosamente con la vida de dos personas al provocar un incendio que atrapó a un hombre y una mujer en un furioso infierno”. Katz también expresó sus condolencias a las familias de Edward Jacobs y Anastasia Ettienne, asegurando que el caso será procesado con todo el rigor de la ley.
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