Redacción Internacional.- Este jueves, una tormenta en Pekín, le hizo pasar un mal rato a una brigada de mantenimiento que limpiaba los vidrios externos de la sede de la Televisión Central de China (CCTV), ubicada en un rascacielos de 234 metros de altura.
Mientras los trabajadores pendían de unas cuerdas, los fuertes vientos empezaron a balancearlos peligrosamente, de un lado a otro.
Por el suceso, no se reportaron heridos y el personal logró descender más tarde.
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