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Batalla Electoral 2024

Total, no nos escuchan

Un cordial saludo a todos mis querido lectores.

El saber escuchar es un arte, pues hay una diferencia muy grande entre oír y escuchar. Cuando oímos lo que entra por nuestros oídos no va a nuestra mente ni baja a nuestro corazón. Ahora cuando escuchamos va a nuestra mente y de ahí baja al corazón y lo pensamos. Por ejemplo, nosotros oímos muchos estruendos diariamente, el ladrido de un perro, los gritos de algún bebe, alguien que anuncia vendiendo algún producto, etc., pero caída la noche no  pensamos en cuantos perros oímos ladrar, cuantos vendedores ambulantes oímos anunciando sus productos, o cuantos bebes oímos gritando. Sin embargo, si escuchamos a alguien que viene a conversarnos de algo importante que está sucediendo en su vida, si escuchamos el clamor de una persona en necesidad, si escuchamos la queja de alguien que con razón se siente defraudado, todo eso va a nuestra mente, baja a nuestro corazón, pensamos en ellas y así podemos  sacar nuestras propias conclusiones.

Desgraciadamente hoy día nadie nos escucha, los representantes del gobierno que tanto nos prometieron durante el tiempo electoral, están sordos a nuestros clamores. Las autoridades, están sordas al clamor por justicia y paz del pueblo. Los millonarios, enriqueciéndose cada vez más a costa de los pobres y sordos a los gemidos de los mismos. ¿Y nosotros qué?, porque tenemos que hablar también de nosotros, nos guste o no. No queremos escuchar el pedido de nuestras autoridades de cumplir las leyes. Oímos, pero no escuchamos cuando se nos dice que evacuemos los lugares inseguros ante las inclemencias del tiempo. Oímos, pero no queremos escuchar el pedido que se nos hace para que paguemos nuestros impuestos a tiempo, y así vamos como bien se pudiera decir viviendo la vida por vivirla, y haciendo lo que más nos viene en ganas, aun sabiendo que eso está mal hecho.

Pero una cosa si es cierta, nos quejamos bastante, y no queremos escuchar, pero si queremos que nos escuchen. Es muy necesario ser escuchados y no oídos por las autoridades, por los gobernantes, por los millonarios, por los empresarios, pero tenemos que recordar que hay que predicar con el ejemplo y si queremos ser escuchados tenemos que aprender a escuchar aunque nos cueste un poco de trabajo y nos cause un poquito de problemas, el todo es acostumbrarse.

Nunca es tarde para aprender a escuchar, pero es cierto que es más fácil aprender cuando uno es pequeño, es por eso que debemos recordar la importancia que tiene el enseñar a nuestros hijos y a los más pequeños de nuestra sociedad a escuchar, no a oír, lo que dice papa y mama, lo que dicen los abuelos, los familiares o las personas mayores que los rodean, tratemos que aprendan nuestros pequeños a escuchar y así serán escuchados.

Termino con los Versículos 1 y 2 del Salmo 5 que dicen: “Señor, Rey mío, y Dios mío, escucha mis palabras, atiende a mis gemidos, oye mis suplicas, pues a ti elevo mi oración”.

Hasta la próxima y muchas bendiciones para todos.

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