Mogadiscio.- Tres personas murieron este domingo y nueve resultaron heridas, entre ellos varios ministros y parlamentarios regionales, en un ataque suicida yihadista con coche bomba a un hotel de la ciudad de Jowhar, a unos 90 kilómetros de la capital de Somalia, Mogadiscio, confirmaron a Efe fuentes médicas.
El atentado, cuya autoría se atribuyó el grupo yihadista Al Shabab, sacudió el popular hotel Nuur Doob, frecuentado por funcionarios del Gobierno del estado de Hirshabelle (centro-sur), cuya capital es Jowhar.
«He visto los cadáveres de tres personas muertas y nueve heridos, principalmente funcionarios», declaró a Efe el doctor Abdifatah Hassan, del Hospital de Jowhar, al precisar que los fallecidos son dos guardias de seguridad del establecimiento y un legislador del Parlamento del citado estado.
La ministra estatal de Mujeres, Asha Khalif, el ministro estatal de Sanidad, Abdi Moalim; y el expresidente del Parlamento de Hirshabelle «se encuentran entre las víctimas de la explosión» y «están todos heridos», habían señalado a Efe fuentes gubernamentales anteriormente, sin facilitar más detalles.
La explosión causó cuantiosos daños materiales en el establecimiento y en edificios circundantes, según las imágenes difundidas por la Televisión Nacional Somalí (SNTV), aunque el muro que protegía el hotel impidió que hubiera más víctimas.
Tras el ataque, la Policía efectuó registros en la ciudad en persecución de miembros de Al Shabab.
«La ciudad está confinada para operaciones de búsqueda, pero parece difícil encontrar elementos» del grupo yihadista, agregó Abdifatah.
El nuevo primer ministro somalí, Hamza Abdi Barre, telefoneó al presidente de Hirshabelle, Ali Gudlawe, para expresarle su dolor por el «cobarde ataque terrorista del domingo», informaron los medios estatales de Somalia.
Barre se convirtió en primer ministro el pasado 25 de junio, tras aprobar el Parlamento somalí su nombramiento a propuesta del presidente del país, Hassan Sheikh Mohamud, vencedor de las elecciones de este 15 de mayo y quien prometió en su discurso de investidura terminar con Al Shabab.
El grupo yihadista, que se afilió en 2012 a la red terrorista Al Qaeda, perpetra ataques con frecuencia en Mogadiscio y otros puntos del país para derrocar al Gobierno central e instaurar por la fuerza un Estado islámico de corte wahabí (ultraconservador).
Además, Al Shabab controla varias zonas del país, sobre todo áreas rurales en el centro y el sur.
Somalia vive en un estado de guerra y caos desde 1991, cuando fue derrocado el dictador Mohamed Siad Barre, lo que dejó al país sin Gobierno efectivo y en manos de milicias islamistas y señores de la guerra.
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