Estambul.- El Parlamento de Turquía ha aprobado este jueves una polémica ley que permite castigar con penas de entre uno y tres años de cárcel a cualquiera que difunda «información falsa» en internet «con motivo de crear miedo».
El partido islamista AKP del presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, y su socio de coalición, el ultranacionalista MHP, aprobaron la norma pese a la tajante oposición de las restantes tres formaciones de la cámara, el socialdemócrata CHP, el nacionalista IYI y el izquierdista HDP.
La ley sobre periodismo digital lleva debatiéndose desde hace días, y el artículo de hoy -se vota cada artículo por separado- es el más polémico, pues establece penas por la difusión de «noticias que no corresponden a la realidad», sin especificar este concepto.
«Será castigado con uno a tres años de cárcel quien difunda públicamente, de forma que pueda perturbar la paz social, y con ánimo de sembrar preocupación, miedo o pánico en el pueblo, noticias que no correspondan a la realidad, referidas a la seguridad interna o externa del país, al orden público o la salud general», reza el artículo 29 de la ley.
La oposición ve en la ley una puerta abierta para enviar a prisión no solo a la prensa independiente sino prácticamente a cualquier ciudadano crítico.
Durante un encendido debate parlamentario, el diputado socialdemócrata Burak Erbay escenificó ayer, miércoles, de forma drástica lo que a su juicio significa la ley para Turquía, destrozando a martillazos un teléfono móvil en el atril.
«Esta es vuestra libertad. En este móvil tenéis Instagram, Facebook, YouTube. Os informáis a través de ello. Si esta ley se aprueba, pues ¡lo podéis tratar así!», exclamó Erbay mientras descargaba golpes sobre el aparato antes de arrojarlo al suelo.
La representante de la OSCE para la libertad de prensa, Teresa Ribeiro, pidió ya el lunes a Turquía revisar su proyecto de ley.
La encargada de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) considera que «las vagas definiciones y el amplio alcance de la nueva legislación» pueden conducir «a acciones arbitrarias y políticamente motivadas a expensas de la libertad de expresión».
Varios artículos de la ley ya aprobados prevén normas para dotar de acreditación de prensa a periodistas que trabajan en medios digitales, facilitar el acceso a datos de contacto de la web, obligar a guardar el contenido de la información a requerimiento de la Fiscalía o regular el derecho a réplica y corrección.
Poco antes de la medianoche local, el Parlamento aprobó el último de los artículos del borrador, por lo que la ley podrá entrar en vigor en cuanto sea rubricada por el presidente, si bien el CHP ya ha anunciado que la recurrirá de inmediato ante el Tribunal Constitucional.
En los últimos años se han iniciado numerosos procesos judiciales contra periodistas, a menudo bajo la acusación de «colaboración con una banda terrorista», cuando publicaban informaciones que a juicio de la Fiscalía se asemejaban al ideario de algún grupo ilegal.
Prácticamente, todos los medios de amplia difusión en Turquía están en manos de corporaciones con buenas relaciones con el Gobierno, pero persisten algunos diarios y canales de televisión que publican noticias y opiniones muy críticas con las autoridades.