El pasado martes mi amigo y hermano Julio Martínez Pozo y yo, sostuvimos un agradable encuentro de casi dos horas con el ex-presidente Leonel Fernández. En uno de los salones de la Fundación Global compartimos con Leonel, un amigo de nosotros dos de mucho tiempo, criterios e ideas sobre la problemática nacional y sobre las perspectivas futuras de la República Dominicana.
Le hicimos saber que puede contar con nuestro apoyo y solidaridad ante las pretenciones de sectores de la sociedad que quieren afectarle políticamente excusándose en una supuesta e hipócrita lucha contra la corrupción.
El presidente Fernández es uno de los principales activos del PLD, un ex-presidente que realizó una gestión de gobierno que cambió el rostro físico del país, que generó la mayor cantidad de riquezas de toda la historia, que rescató y consolidó la estabilidad macroeconómica y que llevó la nación dominicana a jugar roles internacionales de primer orden.
En la conversación nuestro amigo Leonel nos explicaba que de los últimos 20 años el PLD ha gobernado 16, transformando desde el punto de vista político y social a nuestra nación y que el gran reto ahora es que al término del gobierno de Danilo en el 2016, se abra un nuevo ciclo para el PLD seguir gobernando nuestro país aumentando los niveles de progreso, de justicia social, de inclusión social y de bienestar para las grandes mayorías.
De acuerdo a la visión de Leonel el elemento clave que ha garantizado ese éxito del PLD en el gobierno ha sido la unidad interna y la coherencia en la visión del proyecto de nación. En ese sentido, nos expresó que el está sumamente claro de que en cualquier país sólo puede haber un presidente y que en la República Dominicana el presidente es Danilo Medina y que él, Leonel, como presidente y líder del PLD, debe mantener un rol moderado y no quitarle ni protagonismo ni espacio al presidente Medina.
Esa es la gran diferencia entre el PLD y el PRD: Mientras en este último los líderes se pelean por los espacios y no se respetan ni están dispuestos a concertar, dando espectáculos que aborchonan a la nación, en el PLD hay un liderazgo político responsable, visionario, respetuoso, concertador, que pone los intereses del colectivo por encima de los intereses individuales.
Siempre he afirmado que el presidente Fernández es un líder de la nación dominicana que tiene sentido de la historia, que sabe conjugar las cualidades de un político de estos tiempos y que es, sin ninguna duda, un referente fundamental para el futuro de la nación. Fruto de esa visión y de ese accionar, su presente y sus perspectivas políticas no serán afectadas por las descabelladas acciones de un grupo de políticos desfasados que quieren pescar en río revuelto.
Al salir de ese agradable encuentro con el ex-presidente Fernández no pude menos que aumentar el criterio de que la nación dominicana debe sentirse orgullosa de tener un líder político de la calidad, ecuanimidad, sentido de la historia, visión y preparación como Leonel.
Euri Cabral
Es Economista y Comunicador
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