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Batalla Electoral 2024

Un alcalde rebelde

Invitación y distinción fueron decididos por UNICARIBE por su notable trayectoria, primero como periodista y posteriormente, alcalde de la acogedora urbe floridana y el apoyo que desde esta posición ha brindado a la población inmigrante sin distingos de origen, incluyendo la creciente comunidad dominicana que se ha ido asentando en la misma.

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El mayor de la ciudad de Miami, Tomás Regalado, estuvo de visita en el país.  Fue una estancia muy breve, por la urgencia de volver para atender los compromisos de su cargo, pero con agenda ocupada.  Vino a invitación de la Universidad del Caribe, que lo invistió como “Profesor honorífico”, donde ofreció una conferencia de sus experiencias como primer periodista cubano-estadounidense que en 1983 entró a formar parte del escogido grupo de prensa que tiene a su cargo la cobertura noticiosa de la Casa Blanca.  Su estancia abarcó los gobiernos de los republicanos Ronald Reagan y George Bush padre y del demócrata Bill Clinton, a los que acompañó en sus viajes siempre en misión informativa.

Invitación y distinción fueron decididos por UNICARIBE por su notable trayectoria, primero como periodista y posteriormente, alcalde de la acogedora urbe floridana y el apoyo que desde esta posición ha brindado a la población inmigrante sin distingos de origen, incluyendo la creciente comunidad dominicana que se ha ido asentando en la misma.

Pero no fue la suya una conferencia limitada a los retos y desafíos que supone la cobertura noticiosa de la sede presidencial estadounidense, convertida en muchos sentidos y ocasiones en centro de la política mundial.  Regalado puso énfasis en los valores que distinguen la misión del buen periodista y de una prensa responsable a los que corresponde la obligación cívica y moral de no solo mantener un flujo informativo confiable, sino de cuestionar y confrontar tanto a la clase política como a los gobiernos.  En este sentido, resaltó el clima de libertad de prensa que existe

El posterior acto de reconocimiento fue sencillo pero emotivo. Al agradecerlo, Regalado recordó las largas relaciones históricas que han anudado la fraternal amistad entre los pueblos dominicano y cubano, desde la generosa y decisiva contribución de Máximo Gómez y otros destacados criollos a la guerras independentistas de Cuba hasta la mutua acogida que desde José Martí han tenido los exiliados políticos en ambos países.  Hizo mención especial al hecho de que médicos cubanos que han hecho carrera exitosa en los Estados Unidos, cursaron aquí sus estudios universitarios. La sólida preparación recibida les permitió superar posteriormente el exigente examen de validación de sus títulos.

Durante su breve estancia, Regalado hizo entrega de las llaves de la ciudad a la destacada comunicadora Alicia Ortega, por la notable labor como periodista desarrollada allá, preámbulo de la que ha venido realizando aquí desde su llegada al país.  De igual modo, las intercambió con las de Santo Domingo, en su fructífera reunión con el Alcalde David Collado, con quien comprometió ayuda técnica para el grave problema de la recogida y disposición de la basura.

Ya a un paso de abordar el avión, las entregó  también al Presidente Danilo Medina, en la protocolar visita al mandatario, donde entre otros temas abordados bajo el apremio del tiempo,  figuró el del próximo retorno a su país de más de cuarenta mil haitianos acogidos a un régimen especial con motivo del devastador seísmo que asoló Puerto Príncipe, pero que no les ha garantizado residencia permanente en los EEUU.  Previamente, había sostenido un almuerzo, organizado por “El Mundo de los Negocios” con empresarios y autoridades orientado a incrementar el intercambio de negocios, turismo e inversiones.

Nacidos en La Habana, ante el riesgo de que no pudieran salir luego de la isla, a la edad de catorce años el y su hermano Marcos fueron enviados a los Estados Unidos al amparo del programa de acogida conocido como “Peter Pan”, organizado por la Iglesia Católica, mediante el cual miles de niños y adolescentes cubanos pudieron emigrar para luego ser reubicados con otros parientes y en hogares sustitutos de familias encargadas de su crianza, hasta que pudieran reunirse de nuevo con sus progenitores.

En el caso de ambos hermanos, la espera fue larga. Si bien su madre se reunió con ellos un año más tarde, debieron aguardar un largo tiempo por su progenitor.   Tomás Regalado, abogado y destacado periodista en la Cuba pre-castrista, luchó primero contra la dictadura batistiana y posteriormente, contra la instaurada a la caída de esta, guardando prisión en ambas ocasiones.  En total, sufrió veintidós años de encarcelamiento, que no pudieron doblegar su carácter ni menguar sus firmes creencias democráticas.  Pasaron dos décadas, antes de que pudiera abandonar la prisión, salir de Cuba y reunirse con su familia.  Pese a sus quebrantos de salud, no perdió tiempo en colaborar con el hijo periodista,  trastocado así en jefe de su padre, este convertido en su mejor colaborador hasta el día de su muerte.

Para los hermanos, tanto como para su madre,  fue una época de difícil adaptación.  Todavía la inmigración cubana era contemplada con asomos de hostilidad.  Regalado me  evocó sin el menor asomo de resentimiento:  “En algunos sitios residenciales habían colocado cartelones con la advertencia de “No cubans, no jews, no dogs” (“No cubanos, no judíos, no perros”).  El rechazo inicial, no los amilanó, sino que les imprimió energía y decisión para abrirse paso.

Con los genes heredados del periodismo, Regalado se convirtió a los 17 años en el reportero radial más joven de la Florida al servicio de la popular emisora miamense “La Fabulosa”, donde previamente hizo un internado.  Su desempeño profesional fue tan intenso como acelerado y exitoso.  Ya para 1970, se había convertido en corresponsal internacional de noticias.  Como tal, le tocó cubrir riesgosas misiones en el continente africano, surgidas en el marco de la “Guerra Fría”.  Las violentas guerras civiles en Angola y Mozambique y las sangrientas revueltas en Soweto, Suráfrica,  fueron escenarios que pusieron a prueba su temple y calidad profesional.  Posteriormente, tuvieron que pasar también por las no menos peligrosas experiencias de las guerras civiles en Nicaragua y El Salvador.

Después de doce años de permanencia cubriendo las informaciones de la Casa Blanca y de un intenso ejercicio profesional que incluyó artículos en la prensa escrita, presentador de noticias en los canales 20 y 23 de Miami y director noticioso de la Spanish Broadcasting System, motivado por preocupaciones sociales y el deseo de contribuir al progreso de Miami, en 1996 decidió probar fortuna en el campo político.  El éxito lo acompañó tan de inmediato como en su carrera periodística.  Elegido Comisionado por una gran mayoría, por su trayectoria fue reelecto en forma abrumadora en las elecciones de 1999, 2003 y 2007, en esta última ocasión sin oposición. Dos años más tarde, una cómoda victoria en las urnas lo convirtió en el trigésimo-tercer alcalde de la ciudad, hoy convertida en una pujante urbe que sirve de puerta de entrada a Norteamérica a la gran mayoría de inmigrantes procedentes del Caribe, Centroamérica y Suramérica.

Del reconocimiento al  exitoso trabajo que ha desempeñado como mayor de la ciudad miamense y del enorme respaldo público con que cuenta entre los votantes tanto nativos como de una variopinta cantidad de inmigrantes nacionalizados estadounidenses, da evidencia el hecho de que estar considerado entre los once alcaldes más influyentes de los Estados Unidos.

De militancia republicana, los iniciales pronunciamientos de rechazo de Donald Trump contra los inmigrantes mexicanos, extendidos luego a otras nacionalidades, le llevaron a negarle respaldo a su candidatura presidencial.  De hecho, me confesó, que ni lo conoce personalmente ni mantiene la menor relación ni contacto con el actual controversial ocupante del salón Oval de la Casa Blanca.

Regalado sostiene que Miami es una ciudad de inmigrantes.  “Esta era una ciudad adormilada.  Hoy es lo que es gracias a los inmigrantes”, afirmó de manera enfática en una reciente entrevista concedida a un reportero del diario español “El País”.  El ha rechazado todas las presiones ejercidas por Trump de cortarle los fondos federales a las ciudades que no colaboren con su política anti-inmigratoria.  Está convencido, además, de que cualquier desmán presidencial en este sentido, será frenado en los tribunales.

Rebelde contra el régimen dictatorial que impera en su país de origen, lo es también ahora frente a la Casa Blanca en la firme defensa de los inmigrantes.  De manera categórica afirma que “todos los inmigrantes deben tener el mismo derecho que hemos tenido los cubanos exiliados para abrirnos paso en los Estados Unidos”.

En el, la inmigración encuentra acogida y apoyo.  Y los dominicanos,  un leal amigo.

 

 

 

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