Madrid.- La anorexia nerviosa es un trastorno de la conducta alimentaria que se traduce en un empeño por mantener un peso por debajo del esperado para la edad y la talla. Ahora, un pequeño ensayo clínico, aún preliminar, con 10 mujeres adultas abre la puerta a un posible tratamiento con el uso del alucinógeno psilocibina.
En concreto, el estudio establece que una dosis única de psilocibina administrada junto con apoyo psicológico es un tratamiento seguro y tolerable para pacientes con anorexia nerviosa y puede disminuir los comportamientos de trastornos alimentarios en un subconjunto de pacientes.
Los resultados provienen de un pequeño ensayo clínico de fase 1 publicado en la revista Nature Medicine y, según los autores, proporcionan una base para futuros estudios que continúen evaluando la terapia con psilocibina como una nueva vía de tratamiento.
La anorexia nerviosa es difícil de tratar; actualmente no existen tratamientos comprobados en adultos que reviertan los síntomas principales, ni tampoco hay intervenciones farmacológicas aprobadas, resume la revista.
Se ha demostrado que la terapia con psilocibina, una variante sintética de una sustancia contenida en algunas setas, es un tratamiento prometedor para otras enfermedades mentales y se asocia con mejoras en la ansiedad, la flexibilidad cognitiva y la autoaceptación.
Stephanie Knatz Peck y su equipo de la Universidad de California, en San Diego, investigaron la seguridad y la tolerabilidad de una dosis única de 25 miligramos de la psilocibina en investigación COMP360 (una forma sintética desarrollada por COMPASS Pathways).
Fue administrada a 10 mujeres adultas de 18 a 40 años con anorexia, junto con apoyo psicológico; ellas fueron evaluadas durante tres meses después de la dosis única.
Los autores detallan que las participantes no informaron de eventos adversos graves.
Sus respuestas cualitativas y autoinformadas revelaron que el 90 % consideraba que el tratamiento con psilocibina era significativo y positivo.
Además, los autores indican que cuatro participantes demostraron disminuciones sustanciales en las puntuaciones de los trastornos alimentarios en un seguimiento de tres meses.
Sin embargo, los científicos reconocen que estos resultados son preliminares y se necesita más investigación.
Señalan que los resultados se basaron en un tamaño de muestra pequeño y no incluyeron un grupo de placebo, por lo que deben interpretarse con precaución. Concluyen que, aunque encontraron que la terapia con psilocibina es un tratamiento seguro y tolerable, se necesitan más ensayos controlados aleatorios para validar los hallazgos.
Joaquim Raduà, psiquiatra e investigador del Instituto de Investigaciones Biomédicas August Pi i Sunyer (Idibaps), explica que la anorexia nerviosa es una enfermedad grave y las terapias disponibles tienen una eficacia limitada, «por lo que recibo con ilusión cualquier noticia acerca de nuevos tratamientos».
Sin embargo, «es importante subrayar que el estudio es muy inicial, muy pequeño, sin grupo control», y básicamente el equipo solo quería conocer si la psilocibina es un tratamiento seguro y tolerable.
El trabajo también observó que cuatro pacientes mejoraron, pero no sabemos si fue por la psilocibina, por el apoyo psicológico o simplemente por azar, indica a Science Media Centre este experto, que no participa en el estudio.
«Por esta razón, deberíamos evitar depositar demasiadas esperanzas hasta que no haya estudios más grandes y con grupo control».
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