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Batalla Electoral 2024

Un PRM racional y no pasional

Mario-Rivadulla-3001No obstante la contundente derrota que recibió a nivel presidencial en las pasadas elecciones, el PRM obtuvo una buena cantidad de votos y posiciones electivas, algunas de gran importancia como la Alcaldía del Distrito Nacional, tomando en cuenta que fue un partido casi improvisado, integrado a la carrera y cuyos pasos iniciales estuvieron sometidos al trauma de la división en el seno del PRD, de cuya matriz surgió la mayoría de sus principales cuadros.

Pero al PRM le falta coger el piso.  Su andar es incierto, parece ir a tumbos y a ciegas.  Con posiciones contradictorias, inconsistentes e incoherentes.

En todo este tiempo no ha cesado en cada oportunidad de calificar las elecciones como un gran fraude.  Sin embargo, acepta como buenos y válidos sus resultados en aquellos lugares  y posiciones en que sus candidatos resultaron favorecidos.

Rechaza el consenso y se niega a aplicar la llamada “regla de oro”, propuesta por el doctor José Francisco Peña Gómez, aceptada en su momento por todos los partidos y que se ha mantenido vigente por espacio de diez años, planteando que el presidente del Concejo Municipal no sea designado por el Alcalde sino elegido aplicando la norma, sin dudas democrática pero ahora políticamente inoportuna, de la mayoría de votos de los ediles.

En cambio, participa en la reunión de partidos que bajo la moderación de monseñor Agripino Núñez Collado negocia lograr ese mismo consenso para la designación de los miembros de la JCE, el TSE, la Suprema Corte de Justicia, el Consejo Nacional de la Magistratura y la Cámara de Cuentas intentando imponer condiciones al partido de gobierno que domina mayoritariamente las Cámaras Legislativas, principalmente el Senado.

Más aún, según la primicia que ofreció Orlando Gil, uno de los periodistas mejor informados del país, en su leída columna del Listín Diario, luego de amplia divulgación mediática, el Secretario General del PRM, Jesús “Chú” Vásquez dirigió una carta a Leonel Fernández en su condición de presidente del poderoso Comité Político del PLD que habría sido conocida en la última reunión de este el pasado martes, en la cual le estaría reclamando su reconocimiento como la segunda fuerza política del país e informando la designación de una comisión para negociar directamente con el gobierno la composición consensuada de los integrantes de esos mismos órganos del Estado con el agregado de la Liga Municipal Dominicana, a- excepción de los ayuntamientos.

O sea,  mientras sigue rechazando reconocer el triunfo de Danilo Medina hasta el punto de negarle la tradicional felicitación de cortesía, reclama ser reconocido como la segunda fuerza política nacional fruto de unas elecciones cuyos resultados cuestiona. De igual modo, rechaza seguir aplicando la norma consensuada a nivel municipal al tiempo que la pretende en todas las demás instancias del Estado mencionadas.  Una posición tan contradictoria como absurda.

Ojo alerta: se trata de un juego peligroso en que el PRM llevaría las de perder. La intransigente posición asumida en el caso de los ayuntamientos, pudiera abrir las puertas para que el PLD le pase el rolo en el plano congresual, apelando también a la misma norma democrática de la  mayoría, de que dispone de manera decisiva en la Cámara de Diputados  y aplastante en el Senado para designar si no la totalidad, la mayor parte de los integrantes de los órganos en los que la oposición ha estado reclamando consenso. A fin de cuentas es  a este último que la Constitución le otorga la facultad exclusiva de hacerlo.

Lamentable que así fuese, pero lo más prudente para el PRM sería no provocarlo y recordar que el ejercicio de la política debe ser más racional que pasional, algo que hasta ahora no parece haber entendido a derechas.

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