Los Ángeles.- El Dolby Theatre de Hollywood, la estación de trenes de Los Ángeles y otra sede alternativa en Londres serán los escenarios de una gala de los Óscar que llega tres meses más tarde de lo habitual, sin videollamadas, sin alfombra roja y con un guión que imitará una película en directo.
Se conocen muy pocos detalles de la ceremonia que ha ideado Steven Soderbergh, ganador de la estatuilla a la mejor dirección por «Traffic» (2000), para capear las dificultades que la pandemia ha impuesto a un evento cuyo sentido radica en juntar a muchas estrellas en unos pocos metros cuadrados.
Su receta se basará en aplicar «la ciencia y el sentido común», definió el cineasta junto a las coproductoras del evento Stacey Sher y Jesse Collins.
Estrellas habrá, pues la mayoría de nominados han podido viajar a Los Ángeles tras cumplir una cuarentena de 10 días, aunque con un aforo limitado de 170 personas y rotaciones a lo largo de la noche.
«Lo primero que nos preguntamos es si podríamos hacer esto de manera segura y que sea algo que no nos recuerde todo el dolor y el distanciamiento que tantos millones de personas han vivido en los últimos 14 meses», apuntó Soderbergh en una rueda de prensa.
De esta manera la Academia de Hollywood ha conseguido prescindir de las videollamadas que hicieron de los Globos de Oro, los Emmy y los BAFTA unas ceremonias sin ritmo que registraron mínimos históricos de audiencia.
SU ESCENARIO PRINCIPAL: UNA ESTACIÓN DE TRENES DE ESTILO ESPAÑOL
Los Óscar quieren demostrar que lo suyo es hacer cine y concebirá toda la producción con los protocolos que han seguido los rodajes durante la pandemia: Los invitados ni siquiera tendrán que llevar mascarilla si están ante las cámaras.
La estética también será de película, pues se retransmitirá en 24 frames por segundo, formato panorámico y empleará encuadres más típicos de un filme que de un programa de televisión.
De hecho la gala tendrá como escenario principal Union Station, la estación de trenes de Los Ángeles. Un edifico de estilo neocolonial español que, con su imponente recibidor y tres patios mediterráneos, permitirá acomodar a los asistentes y técnicos respetando las distancias de seguridad.
La terminal tiene más de 80 años de historia, una marca nada despreciable para un territorio tan lozano como California, y es un símbolo del Hollywood clásico. En sus trenes llegaron muchas de las personas que hicieron de este pueblo en la costa del Pacífico la meca del cine.
La organización ha asegurado que el emblemático Dolby Theatre, ubicado en el Paseo de la Fama, también será una parte fundamental de la ceremonia.
Y en cualquier caso, para aquellos que no hayan podido viajar desde Europa habrá una sede alternativa en Londres, donde acudirán candidatos como Anthony Hopkins y Olivia Colman.
La alfombra roja se sustituirá por un programa previo que mostrará la llegada a cuentagotas de los nominados, con entrevistas grabadas y actuaciones de los cinco temas nominados a mejor canción, entre ellas la de Laura Pausini desde la azotea del nuevo Museo de la Academia de Hollywood, diseñado por su compatriota italiano Renzo Piano.
BRAD PITT, ZENDAYA, RITA MORENO Y HARRISON FORD ENTRE LOS PRESENTADORES
La ausencia de un maestro de ceremonias será una de las pocas cosas que se mantengan este año, después del buen resultado de las dos ediciones anteriores.
Brad Pitt, Zendaya, Rita Moreno, Joaquin Phoenix, Harrison Ford y Laura Dern se turnarán el micrófono para presentar los diferentes premios.
Steven Yeun es la última incorporación anunciada a una lista que también incluye a Viola Davis, Riz Ahmed, Regina King, Marlee Matlin, Reese Witherspoon, Renée Zellweger, Angela Bassett, Halle Berry, Bong Joon Ho, Don Cheadle y Bryan Cranston.
UN PALMARÉS MUY ABIERTO
Respecto a la favorita hay consenso absoluto: «Nomadland». Su directora Chloé Zhao tiene todas las papeletas para igualar el récord de Walt Disney (el cineasta, no la empresa) a la persona con más victorias en una sola noche con cuatro.
No pasa lo mismo en las categorías de actuación. Riz Ahmed, Chadwick Boseman y Anthony Hopkins son firmes candidatos al Óscar a mejor actor, mientras que el de mejor actriz se repartirá entre Frances McDormand, Carey Mulligan y Viola Davis.
Que no se sepa el ganador de un premio es lo habitual, pero en esta extraña gala tampoco se conoce cómo se entregará ni de qué manera se agradecerá.
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