WASHINGTON.- La sobrina de cuatro años de George Floyd, el afroamericano que fue asesinado en mayo de 2020 por un agente de Policía en Minneapollis, fue herida de gravedad en un tiroteo en el apartamento en Houston en el que se encontraba el sábado pasado.
La niña, Arianna Delane, resultó herida cuando dormía en un apartamento de Houston junto con otro menor y cuatro adultos, según se supo este miércoles.
El padre de Arianna, Derrick Delane, declaró a la televisión KTRK-TV que su propia hija se despertó y le dijo que había sido herida. Fue entonces cuando vio la sangre y se dio cuenta que realmente la habían disparado.
Un amigo de la familia declaró a la cadena de televisión local KHOU que Arianna sufre perforación de pulmón, perforación del hígado y la rotura de tres costillas.
Según señaló la Policía de Houston en un comunicado, en la madrugada del 1 de enero, al menos una persona sin identificar disparó varias veces contra el apartamento en el que se encontraba la sobrina de Floyd.
El informe policial indica que la pequeña recibió el impacto de bala en el torso y fue transportada en un vehículo privado a un hospital donde fue operada. La niña se encuentra en condición estable tras la operación.
Derrick Delane criticó la actuación policial porque, según declaró, los agentes no llegaron al apartamento hasta cuatro horas después del tiroteo.
La tía de Arianna, Tiffany Hall, ha creado una campaña en GoFundMe para recaudar fondos para la niña y su madre, Bianca Williams, en la que señala que su sobrina «está luchando por su vida» y solicitó ayuda para que la familia se pueda mudar a otra localidad.
«Nuestra familia ha sufrido tanto desde la muerte de George Floyd. Pedimos a la comunidad que se una con oraciones y apoyo mientras sufrimos otra tragedia».
George Floyd fue asesinado en mayo de 2020 por el entonces agente de Policía Dereck Chauvin.
El expolicía, que fue condenado a 22 años y medio de cárcel por el asesinato, presionó con su rodilla el cuello de Floyd durante alrededor de nueve minutos, lo que causó la asfixia de la víctima.
Antes de morir, Floyd repitió en varias ocasiones que no podía respirar pero Chauvin siguió presionando su cuello hasta que murió.
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