Quito.- La directora de Unicef para América Latina y el Caribe, Jean Gough, consideró que la recuperación económica regional «es posible a través de la inversión en la infancia», en la apertura este lunes del evento «Diálogos Inusuales» sobre educación en Ecuador.
Se trata de una serie de jornadas que concluyen el próximo jueves para conmemorar los 20 años de alianza entre Diners Club y Unicef Ecuador y que Gough reconoció al ser «la más antigua en Latinoamérica con el sector privado».
«Durante estas dos décadas hemos demostrado que es posible un involucramiento de largo plazo entre el sector privado, el público y la cooperación internacional», subrayó la directora regional del Fondo de la ONU para la Infancia.
La gerente de Responsabilidad Social de Diners Club, Augusta Bustamante, habló en la apertura del debate sobre el gran activo que representan los jóvenes para el futuro y la necesidad de que la sociedad se ponga de acuerdo en qué quiere para ellos.
Por su parte, el representante de Unicef en Ecuador, Joaquín González Alemán, enumeró una serie elementos esenciales como razones que hacen de la educación un pivote social.
«Educamos principalmente para despertar la curiosidad, una función fundamental cuando hablamos de innovación», dijo y resaltó además el aspecto lúdico y creativo, el desarrollo de habilidades sociales, capacidad de discernimiento y espíritu crítico, entre otras.
Alemán urgió a «impulsar la creatividad y menos la obediencia», sin desmerecer la educación en valores para convertir a los estudiantes en mejores ciudadanos, a la par que subrayó el papel de la escuela como espacio de protección contra la violencia.
Afirmó que no se puede «separar lo social de lo económico» y que «educar también puede reportar beneficios y productividad» al recordar que el 4 % del PIB ecuatoriano se destina a la educación y que una provisión constitucional menciona la meta de llegar al 6 %.
En el panel inaugural intervino la vicepresidenta de la Fundación para a Gobernanza Global y Sustentabilidad de Costa Rica, Yoriko Yasukawa, quien llamó a pensar y aprender por uno mismo.
«Preguntarse para qué educar es preguntarse para qué vivir, cuál es nuestro propósito, uno de los sentidos más importantes de la vida es esa posibilidad de vivir en comunidad y para poder llegar a eso hay que aprender esas habilidades y pensar por sí mismo pero respetando la manera en la que otros pensamos», remarcó.
Entre los invitados estaba la estudiante Rosa Amelia Puente, de 11 años y del cantón Naranjito, en la provincia costera de Guayas, que sigue con fruición rondas de lectura, escritura y poesía, y resumió el sentido de la educación en «aprender a pensar y no obedecer».
Gracias a la alianza entre Unicef y Diners Club Ecuador, en las últimas dos décadas se han beneficiado en el país 834.842 niños, niñas, adolescentes y jóvenes y se han capacitado 32.614 docentes del sistema educativo nacional, 80 maestros interculturales bilingües y 230 rurales se han profesionalizado.
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