Uruguay sigue investigando la fuga y el paradero de mafioso italiano Morabito

Además, la cartera no quiso hacer declaraciones sobre si es cierto o no que unos días antes el Departamento de Análisis e Investigaciones Penitenciarias señaló en un documento que el criminal europeo ofrecía 80.000 dólares a los policías que lo ayudaran a escapar, como filtraron los medios locales.

En lo referente a la falla de cámaras de seguridad en el momento del escape, que se ha publicado en algunos medios locales, la Unidad de Comunicación del Ministerio del Interior (Unicom) señaló que se retiró el aparato donde se graban las imágenes por «orden fiscal», para investigar otro crimen.

«Se avisó de que iban a quedar momentáneamente sin lugar donde hacer el respaldo», recalcó a Efe el portavoz de Unicom, Fernando Gil.

A quien sí capturó la Policía uruguaya este martes fue al argentino Leonardo Abel Sinopoli Azcoaga -detenido por un delito de falsificación de documento y hurto, a solicitud de la Justicia de Brasil-, que escapó junto al conocido como el «rey de la cocaína de Milán».

El mafioso europeo, que iba a ser extraditado a Italia, además se fugó con Matías Sebastián Acosta González, a la espera de su extradición desde Brasil, y Bruno Ezequiel Díaz, detenido por un delito de homicidio a solicitud de la Justicia argentina, por medio de un «boquete».

Morabito estaba en la mira de la Justicia desde hace 23 años y se encontraba entre los cinco criminales más buscados de Italia.

El jefe del clan fue arrestado en Uruguay, donde residía desde hace una decena de años, en septiembre de 2017.

El mafioso estaba condenado por asociación criminal, tráfico de drogas y otros graves delitos con una pena a más de 30 años de cárcel.

En Suramérica se ocupaba de hacer llegar la droga desde este continente al norte de Italia, según los investigadores de su caso.

En el momento del arresto, el jefe del clan de la ‘Ndrangheta se encontraba en un hotel de Montevideo, pero vivía en una lujosa mansión en Punta del Este, domicilio donde fueron encontradas 12 tarjetas de crédito, 13 teléfonos celulares, cheques y una importante cantidad de dinero, así como varias armas.

Morabito vivía desde hace una decena de años en Uruguay con un pasaporte brasileño con la falsa identidad de Francesco Antonio Capeletto Souza.