El 25% de los usuarios de aplicaciones de citas distorsiona información personal, generando desconfianza y llevando a verificaciones externas antes de iniciar relaciones.
ESTADOS UNIDOS.– El fenómeno de la deshonestidad en los perfiles de aplicaciones de citas refleja un cambio profundo en la manera en que los usuarios se relacionan en entornos digitales.
Según el estudio de ClarityCheck, uno de cada cuatro usuarios admite haber mentido o distorsionado información personal, una cifra que evidencia la tensión entre la necesidad de mostrarse atractivos y la preocupación por la privacidad.
La manipulación de datos no se limita a detalles triviales: los encuestados reconocen alterar su edad, estado civil, ubicación e incluso aspectos profesionales, con el objetivo de aumentar sus probabilidades de éxito en la plataforma.
El análisis también muestra que esta práctica afecta a todos los segmentos de usuarios, sin distinción de género, y que la percepción del engaño es aún mayor: un 63% de las personas ha descubierto información falsa en los perfiles con los que interactuó.
Esta situación ha impulsado que más de la mitad de los usuarios, especialmente entre los 25 y 45 años, recurran a herramientas de verificación externas antes de avanzar en una relación, un reflejo de la creciente cautela frente a la incertidumbre que caracteriza el mundo de las citas en línea.
Los motivos que llevan a los usuarios a modificar sus perfiles son variados. Un 35% lo hace por proteger su privacidad, un 28% por miedo al rechazo y un 18% de manera calculada para generar una imagen más atractiva o confiable.
Según la psicóloga clínica Sabrina Romanoff, estas modificaciones van desde presentar una versión idealizada de sí mismos hasta estrategias deliberadas para aparentar estabilidad o juventud. En algunos casos, la alteración de datos no busca engañar de manera maliciosa, sino crear una barrera que filtre a personas con intenciones poco claras o proteger información sensible.
El impacto de estas prácticas se refleja directamente en la confianza general de los usuarios. La normalización de pequeñas omisiones puede llevar a que los engaños más graves pasen inadvertidos y a que los usuarios adopten una actitud cínica ante cada nuevo perfil.
Especialistas recomiendan extremar la observación de señales de alerta, como inconsistencias en datos básicos, evasión ante preguntas sobre residencia o empleo, o reticencia a realizar videollamadas. Asimismo, la alfabetización digital y el uso de herramientas de verificación independientes se presentan como mecanismos clave para equilibrar la interacción en línea y reducir los riesgos de desinformación.
La combinación de educación digital, verificación de datos y conciencia sobre los riesgos puede ser determinante para recuperar la confianza perdida y garantizar que la experiencia de buscar pareja en línea sea más transparente y confiable.