Madrid.- La candidata a vacuna contra la tuberculosis, MTBVAC, la primera viva atenuada de la bacteria que causa la enfermedad (Mycobacterium tuberculosis) va a iniciar los ensayos en fase 3 que servirán para verificar la seguridad y la eficacia del fármaco.
El estudio está liderado por el catedrático de Microbiología de la Universidad española de Zaragoza Carlos Martín, responsable del grupo de investigación de Genética de Micobacterias, perteneciente al CIBER de Enfermedades Respiratorias del Instituto de Salud Carlos III.
El investigador, que trabaja en la vacuna desde hace tres décadas, desarrolla la vacuna MTBVAC junto a la biofarmacéutica española Biofabri y en colaboración con la Universidad de Zaragoza, la Iniciativa Europea de Vacunas de tuberculosis y la Iniciativa Internacional para la Vacuna del Sida.
A día de hoy, la única vacuna en uso es la BCG, una variante atenuada del patógeno de la tuberculosis en vacas que tiene casi cien años y un efecto muy limitado, de ahí la necesidad de probar nuevas vacunas.
El ensayo en fase 3 de MTBVAC será un ensayo doble ciego con la vacuna BCG como control en el que se vacunará a 7.000 recién nacidos en Sudáfrica, 60 en Madagascar y 60 en Senegal.
«Es el momento de la verdad tras tres décadas de trabajo. Necesitamos financiar esta fase final y probar que una vacuna que se produciría de principio a fin en España puede acabar con la enfermedad que más ha matado en la historia«, aseguró el investigador español.
Transmitida por vía respiratoria, la tuberculosis mata cada año en el mundo a más de 1,6 millones de personas y contagia a más de diez millones.
En un 90% de las infecciones por el bacilo de la tuberculosis, el sistema inmunitario lo detecta y lo controla sin producir enfermedad pero, en un porcentaje de las personas infectadas (entre el 5% y el 10%), el bacilo desarrolla una tuberculosis que sin un tratamiento específico y largo es mortal en la mitad de los pacientes.
Además, si la tuberculosis es pulmonar pueden encontrar el camino libre para avanzar y reproducirse y transmitir la enfermedad.
Aunque existen antibióticos capaces de acabar con la tuberculosis, en las últimas décadas han aparecido cepas multirresistentes.
Por todo ello, la Organización Mundial de la Salud ha subrayado la necesidad y urgencia de desarrollar una nueva vacuna siguiendo el ejemplo de colaboración público privada que permitió hallar inmunizaciones contra la covid-19.
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