Valeriana para calmar el estrés y otros beneficios

REDACCIÓN.- La valeriana es una planta cuyo tallo puede alcanzar una altura de 20 a 120 centímetros. Sus flores son pequeñas y de color rosa pálido.

Es originaria de Europa y de ciertas zonas de Asia, aunque en la actualidad también se cultiva en América.

Desde tiempos antiguos la valeriana ha sido una de las hierbas medicinales más utilizadas. Se trata de una planta que cuenta con muchos componentes aprovechados con fines farmacéuticos.

Existen distintas formas de presentación y la elección y dosis dependerá del objetivo por el cual deseemos tomarla.

Las formas más comunes son:

Infusión o té preparado de forma casera.

Aceite esencial, que puede encontrarse en tiendas naturistas y herbolarias.

Cápsulas o pastillas, también en tiendas naturistas o incluso en farmacias.

En ocasiones, las pastillas o comprimidos pueden estar combinados con otras hierbas o componentes químicos.

Te sugerimos tener esto en cuenta y consultar a un profesional de la salud en caso de duda para no sufrir efectos secundarios.

Toma en cuenta que si bien la acción de esta planta es efectiva, no necesariamente es inmediato.

Por tanto, ten un poco de paciencia si justo después de tomarla no notas mejorías en tu organismo.

Si bien la planta de valeriana tiene diversos beneficios medicinales, su uso más popular se debe a sus propiedades sedantes.

Entre los beneficios curativos de la planta de valeriana podemos encontrar los siguientes:

Como sedante natural

Sus propiedades sedantes son muy adecuadas para tratar estados de nerviosismo y de estrés.

Se suele tomar en infusión o gotas medicinales y está ampliamente recomendada para tratar los problemas de insomnio.

Regula la presión arterial

Un té de valeriana nos ayuda a mantener controlada la presión arterial y a que nuestro organismo funcione mejor.

Esta planta es muy segura y sus efectos han sido ampliamente demostrados.

Se ha descubierto que libera cierta sustancia natural en el cerebro y, al hacerlo, induce una suave sedación.

Por este motivo, tomar infusión de valeriana una vez al día puede mejorar la condición de personas con presión arterial alta.

Para tratar cólicos estomacales

La planta de valeriana ejerce una importante función antiespasmódica o anticonvulsiva en nuestro cuerpo.

Se recomienda tomarla para tratar diferentes tipos de cólicos estomacales y diarreas.

Para estos malestares puedes ingerirla en forma de infusiones o, si fuera necesario, en comprimidos.

Reduce la ansiedad

También, la valeriana se recomienda a las personas que están tratando de dejar de fumar y a personas bajo tratamiento por problema de alcoholismo.

Esta planta evita la ansiedad y el nerviosismo que padecen aquellos quienes están en el proceso de dejar estos hábitos, sin causar efectos colaterales.

Calma los calambres menstruales

Un té caliente de valeriana es ideal para calmar los calambres menstruales.

El calor del té junto con la propiedad analgésica de esta planta resultan en una combinación la cual permite relajar los músculos del abdomen.

De esta forma disminuye la molestia de los dolores menstruales sin perjudicar tu salud.

Antiinflamatorio

Las propiedades de la valeriana como antiinflamatorio son esencialmente de uso externo.

Una de las mejores formas de utilizarla es humedeciendo un trapo de tela o paño en la infusión de valeriana.

Procuraremos colocar el paño mojado sobre la parte que está hinchada.

Repetiremos este procedimiento, al menos, 3 veces por día.

Su resultado se observa a los pocos días de empezar el tratamiento y no provoca ningún tipo de dolor o ardor cuando se usa.

Alivia dolores de cabeza

Gracias a sus propiedades sedantes y calmantes la valeriana está recomendada para calmar fuertes dolores de cabeza.

Su uso resulta ser una alternativa si por alguna razón no deseas tomar un comprimido o algún fármaco para aliviar las cefaleas.

Precauciones en el uso de valeriana

Aunque la valeriana es muy segura, se recomienda tener precaución en los siguientes casos:

Cuando se mezcla con el consumo de alcohol.

Si la persona está bajo algún tratamiento farmacológico.

No se recomienda en niños menores de 12 años.

Tampoco se recomienda en mujeres embarazadas o en período de lactancia.

FUENTE: Mejor con Salud